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El macabro hallazgo lo hizo el encargado del lugar, Manesio Estigarribia, quien realizaba un recorrido de rutina por el sitio cuando un perro vagabundo le trajo una bolsa plástica.
Estigarribia tomó la bolsa como para devolverla a su sitio y sintió que algo pesado había adentro, y en ese momento la bolsa se rompió y cayó el cadáver del niño, según se informó.
Inmediatamente se dio aviso a las autoridades para que intervengan en el caso. El agente fiscal Gustavo Sosa acudió y ordenó que el cuerpo del niño sea trasladado al hospital estatal local, para los exámenes de rigor.
En ese centro asistencial, el médico forense Carlos Leiva diagnóstico como causa de muerte asfixia por ahorcamiento.
La criatura pesaba 1,950 kilos y medía 46 centímetros, con 38 semanas de gestación.
Según el examen, el bebé habría nacido entre la noche del martes y madrugada de ayer y su fallecimiento se produjo unas tres horas después del alumbramiento. Alrededor de su cuello tenía atada una tela de color verde, según informaron los intervinientes.
El hecho causó conmoción entre los vecinos, quienes pusieron el nombre de Ángel María al recién nacido.
La Municipalidad de Tobatí se encargó de conseguirle un féretro y ropitas a la criatura para ser velada en el domicilio de una de las trabajadoras del vertedero en el Barrio Santa Rita. En horas de la tarde de ayer se realizó una ceremonia denominada “Agua del Socorro” en la Iglesia Inmaculada Concepción de la citada ciudad.
Las autoridades judiciales entregaron el cuerpo al secretario general de la Municipalidad, Aldo Rojas, por lo cual los funcionarios de esa institución lo velaron por unos minutos y se convirtieron en padrinos y madrinas del bebé.
Los agentes de la Fiscalía iniciaron una investigación por homicidio y solicitaron la colaboración de la ciudadanía para esclarecer el hecho.