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La jueza Ana María Llanes le ratificó las medidas y amplió el plazo probatorio hasta octubre de este año (tres meses más por el incumplimiento).
Soto debió presentarse a firmar el libro de asistencias en el juzgado de ejecución del 1 al 5 de febrero pasado, pero no lo hizo. Además, tampoco entregó una cuota de US$ 500, de los US$ 2.000 que aceptó donar como reparación social.
Ayer, su abogada Solange Alfonzo, pidió la modificación de reglas de conducta para que Soto firme el libro de comparecencia en la embajada paraguaya de Buenos Aires y done vía courrier. Sin embargo, tanto la fiscala Rosa Heinroth como la jueza Llanes se opusieron al cambio, y prevalecieron las medidas que fueron otorgadas en la suspensión condicional del procedimiento a prueba (aceptación del hecho).
En cuanto a Moria (rebelde y prófuga), “Galo” y el abogado Carmelo Martínez indicaron que se pondrá a disposición de la justicia paraguaya a mediados de marzo, luego de cumplir compromisos laborales.