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Al iniciarse el juicio, el abogado Elvis Balbuena, en representación de Quesnel, presentó primeramente una recusación contra el tribunal de sentencia integrado por los jueces Víctor Alfieri, María Luz Martínez y Elio Rubén Ovelar, a quienes acusa de parcialidad manifiesta. Luego, adjunto, presentó una denuncia penal ante la fiscalía contra los magistrados que lo juzgan y la Cámara de Apelación integrada por los camaristas Emiliano Rolón, Arnulfo Arias y Carlos Ortiz Barrios. Según Quesnel, los jueces amenazaron con levantar las medidas alternativas de los procesados y los camaristas fueron los que dieron dicha recomendación.
Esto se dio la semana pasada, cuando la coprocesada en este caso, Marlene Mendoza, se presentó al juicio sin abogado y el tribunal le designó un defensor público; al momento de tomar intervención el profesional, el presidente del tribunal, Víctor Alfieri, les recordó a los procesados que deben litigar de buena fe o se verán obligados a levantarles sus medidas y ordenar su prisión para que se sometan al proceso. Contradictoriamente, Quesnel, quien se vio afectado por estos dichos, es el único de los acusados que no tiene medidas alternativas, ya que está preso por otra condena. Pero la chicana truncó la prosecución del juicio.