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El dato fue confirmado ayer en una rueda de prensa realizada en sede de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) por el fiscal adjunto antidrogas, Marcos Alcaraz. De la conferencia también participaron la fiscala del caso, Zully Figueredo, y el ministro de la Senad, coronel retirado Hugo Vera.
Los miembros del temido cartel de Sinaloa intentaron consolidar a Paraguay como una ruta segura para el envío de grandes cargamentos de cocaína a países de Europa, Asia y parte de África.
El plan se dio después de que los organismos de seguridad mexicanos detectaran el modo en que operaba la estructura criminal y el sistema que utilizaba para efectuar sus envíos a través de los puertos ubicados sobre el Atlántico.
En pocos meses, los narcos perdieron importantes cargas, lo que les significó multimillonarias pérdidas en dólares. Brasil fue el primer país de Sudamérica donde quisieron instalarse.
Pero gracias a una eficaz red de intercambio de informaciones entre los organismos de seguridad, la Policía Federal del Brasil detectó que el puerto de Santos fue el elegido por los traficantes para sus operaciones.
Fue así que en un corto tiempo, la Policía Federal echó casi tres toneladas de cocaína que la organización criminal intentó enviar al Viejo Continente, camuflada entre piezas de maquinaria pesada, según explicaron.
Tras esto, la estructura mafiosa pretendió instalarse en Villa Elisa. Precisamente, el paraguayo Reinaldo Miranda Figueredo, considerado como el “gerente de logística” del cartel en esta región, fue el encargado para armar el esquema que debían utilizar.
Miranda ingresó al país hace dos meses, contactó con varios profesionales para crear una empresa a la que denominaron La Paraguayita Import & Export, luego alquiló una casa en Villa Elisa para sede de la firma y arrendó un depósito en San Antonio, para guardar piezas de un molino de caña dulce que iban a usar para realizar la primera remesa de cocaína de Paraguay a Holanda.
Sin embargo, la Policía Federal alertó a sus pares de la Senad del ingreso de Miranda al país y entregó a los antidrogas el número de celular con el que operaba.
Fue así que los agentes especiales comenzaron a seguir los movimientos del sospechoso e inclusive interceptaron con orden judicial todas sus comunicaciones. En la tarde del miércoles 7 de diciembre, efectivos de la Senad capturaron a los mexicanos Jimmy Wayne Galliel, líder de la operación, a más de Armando Carrillo, Marcos Antonio Castro y Martín Manuel Huerta Flores. Durante la intervención también cayeron dos taxistas paraguayos, Pablo Eliseo Brítez Núñez y Patricio Mario Fernández, e incautaron 308 kilos de cocaína que estaban ocultas en la casa de Villa Elisa. También se ordenó la captura de Miranda y de otros cinco paraguayos, que serían parte de la logística de la estructura criminal.