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El nuevo episodio de la crisis interna tiene que ver con que algunos de los oficiales superiores de las remesas 1987 y 1988, pero que también ya integran la nueva cúpula, revivieron y sacaron a la luz un sumario que se le había instruido al actual comandante en el año 1995, por una supuesta coima para devolver una camioneta que fue recuperada.
Por aquel caso, el entonces oficial primero Luis Rojas, quien era jefe de la comisaría de Tacuara (San Pedro), pagó un arresto disciplinario de 30 días.
Sin embargo, el propio comandante dijo que aquella situación quedó aclarada cinco años después, en el 2000, cuando un Tribunal de Calificaciones le confirió el ascenso a oficial inspector y, a la vez, dejó constancia de que se reparaba el daño causado por un error institucional, según el documento que exhibió el ahora comisario general director.
El comandante Rojas, aunque no se animó a decirlo directamente, insinuó que sabe quiénes son los que reflotaron este antecedente y con qué intenciones. Añadió que ni siquiera tiene tiempo para preocuparse por los conspiradores.
Este nuevo escándalo se produce pocos días antes de que se reúna el Tribunal de Calificaciones de la Policía para tratar el ascenso al grado de comisario general de varios de los comisarios principales recientemente promocionados con la nueva ley orgánica.
El comandante Rojas ya cumplió el año pasado los 30 años de servicios reglamentarios, pero puede seguir otros cinco años, porque el que ocupa es un cargo de confianza del Poder Ejecutivo.