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En la audiencia preliminar realizada ante el juzgado de garantías de Lambaré, la defensa de Galeano solicitó cambio de calificación con base en el acuerdo resarcitorio privado al que llegó con la víctima, en el cual ella desiste de acciones penales y civiles contra el mismo, a cambio de G. 25 millones.
Con base en el referido acuerdo, la defensa pidió que el caso sea calificado como lesión. Al tratarse este de un delito de índole privado y en atención al desistimiento de la víctima, Galeano pretendía ser beneficiado con el sobreseimiento definitivo y así recuperar su libertad y quedar impune.
Oposición fiscal
La fiscala Claudia Aguilera se opuso a la petición de la defensa y se ratificó en su postura inicial y recordó que Galeano fue sorprendido en flagrancia y la víctima fue hallada en estado calamitoso al momento de ser rescatada, en noviembre del 2017.
Indicó que el acuerdo únicamente podría ser considerado en juicio, para la medición de la pena, a modo de evaluar la conducta del acusado con posterioridad al hecho, pero no para beneficiarlo con la impunidad.
Idéntico criterio tuvo el juez Camé, quien descartó la pretensión de la defensa de “zafar” del juicio oral y público.
En la audiencia el magistrado le dio la palabra a la víctima, pero esta se limitó a decir que no deseaba manifestar nada. La joven, de 22 años, estuvo acompañada de sus padres.
El magistrado alegó que se trata de un crimen y es un caso grave, que a su criterio debe ser debatido en un juicio oral y público.
Camé tampoco consideró el acuerdo resarcitorio presentado por la defensa, debido a que muchas veces las víctimas pueden estar presionadas para firmarlo.
La fiscala Aguilera solicitó la fijación del juicio oral en la brevedad posible.
La víctima fue rescatada luego de que enviara una foto de su pierna con hematomas a su compañera de trabajo, para justificar su ausencia con la excusa de haber “caído de la escalera”, lo cual causó alarma entre amigos y familiares.
Torturada e incomunicada
El 9 de noviembre del 2017 la víctima, entonces con 21 años, fue rescatada con ayuda de la Policía Nacional de la casa de Ñemby donde Pedro Heriberto Galeano le tenía incomunicada desde el 30 de octubre del mismo año. La joven estaba totalmente desfigurada, con hematomas y gravísimas lesiones en todo el cuerpo a causa de brutales golpizas con todo tipo de objetos contundentes.
La acusación revela que la víctima fue agredida con tabla de picar carne, con cables, con palos de escoba, con golpes de puño, y que también fue abusada cuando se encontraba totalmente indefensa. El caso fue denunciado por el padre de la víctima y también por el padre del propio victimario.