Presentan revólver descompuesto como “evidencia”

Los efectivos de la comisaría 4ª metropolitana presentaron un revólver calibre 22 de procedencia argentina, con seis cartuchos en el tambor, uno de ellos disparado y el resto percutidos, como el arma que supuestamente tenía el joven Richard Ramón Pereira Ramírez (25), cuando fue baleado por el suboficial primero Jhonie Orihuela, de la mencionada dependencia.

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Los uniformados presentaron el arma que aparentemente tiene fallas en el mecanismo de disparo para justificar el tiro efectuado por el suboficial Orihuela, que dejó parapléjico a la víctima, señalaron fuentes policiales.

El hecho se registró en la madrugada del sábado sobre la calle 24 Proyectada casi Capitán Figari de la capital, cuando la víctima, quien estaba a bordo de un auto, intentó escapar de una patrullera al mando de jefe de la comisaría 4ª, comisario principal Jorge Zárate, quien estaba acompañado por el suboficial Orihuela. Tras una corta persecución el joven fue alcanzado al ingresar a un callejón, donde bajó del auto con las manos arriba.

En ese momento, el suboficial, quien actuó solo, intentó poner de rodillas al joven y le disparó un tiro con una pistola 9 mm. El proyectil ingresó en el lado derecho del cuello, de arriba hacia abajo, y se alojó en la médula. La trayectoria de la bala confirma que efectivamente la víctima ya estaba dominada y de rodillas cuando recibió el disparo. Un circuito cerrado filmó el procedimiento policial, pero una rama tapó justo el momento en que se produjo el disparo. Tras esto, los agentes presentaron el revólver para intentar justificar el grave error. El comisario Zárate y el suboficial Orihuela fueron separados del cargo y puestos a cargo de la Fiscalía.

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