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El letrado explicó que el extranjero lleva 1 año y 7 meses preso luego de que la expareja de su empleada lo acusara por supuesto abuso.
Afirmó que hay pruebas que apuntan a la inexistencia del hecho y destacó que el día del supuesto abuso la niña no estaba en la casa.
Asimismo, destacó que estudios psicólogos coincidieron en señalar que la niña dijo reiteradamente que no fue abusada y que fue inducida a acusar al brasileño. A su criterio, la acusación se debe a una maniobra del padre de la niña, para quitar la custodia a la madre y quedar eximido del pago de la asistencia alimentaria.
Muller, entonces próspero empresario, perdió todo y ni siquiera puede recuperar bienes incautados por la Fiscalía, pese a orden judicial.
A su vez, el cónsul brasileño Carlos Alberto Reis, manifestó su confianza en la justicia para el esclarecimiento del caso y que la verdad salga a luz. Expresó su preocupación por la impresión que el hecho causa a otros inversionistas, por el temor de ser involucrados deliberadamente en ilícitos.