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Por unanimidad, Zárate y los demás integrantes del colegiado Héctor Capurro y María Esther Fleitas concluyeron que, aunque existe la probabilidad de que los acusados hayan incurrido en el ilícito por el cual fueron acusados, estos deben ser absueltos por duda. Para el tribunal, no se pudo llegar a la certeza de que ambos efectivamente recibieron dinero para cumplir con sus tareas, tal como sostiene la acusación fiscal.
El colegiado señaló contradicciones en la declaración de la testigo clave respecto al lugar donde entregó el dinero a los acusados, así como también la supuesta falta de precisión de la transcripción del video del encuentro entre la testigo y los acusados.
La sentencia fue recibida con alegría por familiares de los acusados, cuyo defensor Marco Ortega adelantó que solicitará la reincorporación de ambos al Poder Judicial, habida cuenta de que están suspendidos desde el inicio del proceso, es decir, desde fines de 2009.
El fiscal Piñánez manifestó su disconformidad con el fallo e indicó que espera contar con la sentencia íntegra, para su posterior apelación.