Cargando...
El 26 de febrero pasado, un día martes a la noche, se revelaba que la historia del robo de caudales de Prosegur tenía otras aristas.
Cuando en un principio se presentaba el guardia Carlos González como el único responsable que decidió robar el dinero por la explotación laboral de la cual eran víctimas él y sus compañeros y que inclusive el dinero lo repartió entre los pobres, la historia cambió abruptamente.
Esa noche, la fiscalía allanó la comisaría y ordenó la detención del jefe de Orden y Seguridad, José Dolores Amarilla, quien acompañaba el procedimiento.
En ese momento no estaba el subjefe de comisaría, Joni Díaz, quien ya había recibido la información de que se iba a allanar la unidad policial.
Esto se desprende de la declaración del suboficial Díaz, ante los fiscales Augusto Salas, Luis Said y Nelson Ruiz.
“Recién el día martes de algún modo me llamó la atención el hecho de haberlos visto entre las 09:30 y 10:00 horas aproximadamente, al comisario Osvaldo Ayala, Joni Díaz y al jefe de O.S. José Dolores Amarilla reunidos en un servicentro del emblema ‘BR’ ubicado en 9 de Agosto y Acceso Sur de Ñemby, nos desplazábamos en la patrullera Alcaraz, Joaquín Báez y yo, entonces nos acercamos a ellos y nos pusimos todos nuestros quepis porque allí estaban los superiores y es norma para nosotros; el comisario José D. Amarilla abordó la patrullera de la jefatura central y el comisario Joni Díaz abordó nuestra patrullera para luego de un recorrido dirigirnos a la comisaría”, dice una parte de la declaración a lo que agrega lo sustancial del hecho del cual fue testigo.
“En el trayecto Joni Díaz nos manifestó de que en cualquier momento habría un allanamiento en sede de la comisaría, pero que no nos preocupemos y en guaraní dijo “ndaipóri mba’eve (no hay nada)”.
Durante ese allanamiento fueron detenidos Amarilla y Pablo Díaz, además de los suboficiales Antonio Alcaraz y Hugo Vigneaux.
Díaz se presentó al día siguiente.
El jefe de comisaría, Osvaldo Ayala, participó de ese operativo.
Pero recién días después fue incriminado en el caso. También quedó preso y procesado con sus camaradas.
Los antecedentes del caso
El 19 de abril, el entonces guardia de Prosegur Carlos González Mallorquín robó de un camión de caudales, la suma de G. 1.850 millones, según la denuncia oficial.
Al día siguiente se entregó a la comisaría de Arroyo Seco y dijo que repartió el dinero en el Mercado 4. Sin embargo, el botín habría sido robado, nuevamente, por un grupo de policías.