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Los agentes involucrados en el incidente son el oficial inspector César Paiva, quien era el subjefe de la oficina regional del departamento Antinarcóticos de la Policía en el Alto Paraná; el oficial inspector Fredy Amarilla, el oficial inspector Pablo Servín y los suboficiales César García, Gilberto González, quien también se desempeñaba como guía de canes, y Fidel Aguilar, que también era el asesor jurídico de la unidad. Todos ellos fueron trasladados a la capital tras el hecho, por orden del jefe del Departamento, el comisario principal Arsenio Correa.
Fuentes de Antinarcóticos confirmaron que los antidrogas lograron infiltrarse en una red de narcos que se encarga de la distribución a gran escala de cocaína y marihuana tanto en Presidente Franco como en Ciudad del Este.
Tras varios días de negociaciones, los agentes encubiertos lograron pactar la compra de una importante cantidad de droga, que debía concretarse en la tarde del viernes en plena calle de Presidente Franco. De acuerdo a las fuentes, el plan de los policías era aprovechar el encuentro para capturar a los traficantes y desbaratar la estructura criminal.
Sin embargo, fueron los uniformados quienes cayeron en una trampa de los narcos, quienes inesperadamente atacaron a los investigadores que estaban a bordo de un auto blanco.
Tras reducir a los oficiales, los cuatro maleantes revisaron minuciosamente el vehículo en que estaban los supuestos compradores, en busca del maletín que contenía el dinero con que debían pagar por la droga. En un descuido los antidrogas lograron reaccionar y repelieron a tiros a sus atacantes, quienes al verse superados escaparon del lugar. Dos corrieron a pie y los demás en un automóvil. El peculiar hecho fue completamente filmado por las cámaras de seguridad de un circuito cerrado. Los investigadores analizan las imágenes para identificar a los atacantes.