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El contingente policial enviado de refuerzo al quinto departamento está encabezado por el subcomandante, comisario general Bartolomé Báez López, aunque participan efectivos de Asunción y de las demás Jefaturas aledañas, como de San Pedro, Canindeyú y Alto Paraná.
En total, fueron desplegados unos 100 uniformados de las fuerzas especiales y de las unidades investigativas, así como otra cantidad similar de elementos de orden público.
La principal misión de la dotación policial es localizar a los miembros de la red de marihuaneros que asesinaron el viernes de noche al suboficial primero Ubaldo Remigio Aguilar Benítez y al suboficial ayudante Francisco Benítez Benítez, ambos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) del departamento de Caaguazú.
Los agentes estaban de guardia en un retiro de una estancia pretendida por supuestos sintierras, que además presuntamente actúan en complicidad con los productores de marihuana de la región, que prácticamente operaban con carta blanca desde hace varios meses.
De hecho, el cargamento de más de media tonelada de “macoña” que fue incautado recientemente del poder del comisario principal Roberto Maldonado, en la misma zona, aparentemente pertenecía a la facción que acribilló a estos dos suboficiales del GEO de Caaguazú.
El ministro del Interior, Lorenzo Lezcano, dirige personalmente la investigación en el teatro de operaciones, teniendo en cuenta su experiencia como fiscal. Ayer, el secretario de Estado participó de los velatorios de Benítez, en Cecilio Báez, y de Aguilar, en Carayaó, ambos municipios del departamento de Caaguazú.
Posteriormente, se trasladó a la zona del doble homicidio, en el límite entre las colonias Sidepar y Bella Vista, donde el grueso de uniformados inició las tareas en busca de los asesinos.
La principal hipótesis apunta a marihuaneros, por lo que Lezcano dijo que serán implacables y que no descansarán hasta detener a los responsables, que serían miembros de una verdadera estructura criminal dedicada al tráfico de rollos y marihuana, que está instalada en la región desde hace varios años y ha creado zozobra entre los habitantes. Un helicóptero apoya las incursiones.
El crimen de los policías fue perpetrado por dos sicarios que irrumpieron en el retiro en el que estaban. Junto con los agentes, estaban dos empleados de una empresa agrícola, que se habían quedado a pasar la noche en el lugar debido a que se hizo tarde para salir de la zona, que es bastante peligrosa.