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El agente afectado es el suboficial primero Pedro Aníbal Velaustegui Alarcón, de 33 años, patrullero de la comisaría 7ª Metropolitana.
El efectivo relató que salió de su trabajo el jueves de noche y que dejó estacionada su camioneta Toyota Hilux Surf, año 1992, frente a la casa donde vive en el barrio Vista Alegre de Asunción.
Sin embargo, el rodado ya no amaneció ayer en el lugar, por lo que el efectivo automáticamente abrió la aplicación de rastreo que funciona en su celular y vio que su vehículo emitía señal en Ñemby.
El suboficial comunicó el hecho a sus superiores de la comisaría 7ª, que armaron un equipo vestido de civil para ir a recuperar la camioneta, con la propia víctima a la cabeza.
Los uniformados se fueron en un auto particular hasta el punto donde marcaba la señal del GPS, sobre la calle Nuestra Señora de la Asunción, frente a la escuela básica “Jesús Misericordioso” del barrio Leticia de Ñemby.
Como es una calle recta, el grupo de policías ya divisó la camioneta robada varias cuadras antes de que llegaran hasta ella.
Ya con su objetivo asegurado, los policías esperaron pacientemente hasta que salió de la casa el robacoches Alcides Aguilar Argüello, de 39 años, quien registra al menos media docena de antecedentes por delitos similares, según los datos obtenidos.
Este fue reducido cuando iba a subir a la camioneta del policía y, después, reconoció haber sido el “levantador” del rodado. Los agentes dieron participación a la comisaría 55ª Central de la zona.
El suboficial Velaustegui recordó ayer que hace dos meses ya había pasado exactamente por la misma situación, cuando le robaron su misma camioneta y la ubicó por GPS en el estacionamiento de un súper de Itauguá, donde atraparon al ladrón, que sin embargo ahora tiene prisión domiciliaria.