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Asimismo el Juzgado Penal de Garantías declaró la rebeldía del mismo y reiteró la orden de detención. Según informes elaborados por la Senad, el supuesto microtraficante paga una cuota semanal a la Policía a cambio de protección e impunidad en sus operaciones.
La Policía Nacional no ha realizado ningún operativo para lograr la detención de esta persona, quien según informaciones de inteligencia maneja una de las redes de distribución más grandes de Cordillera.
Un reporte elaborado por la Senad, sobre Beibi’i en el 2017, hablaba sobre el modo en que operaba, los puntos de distribución utilizados y su nexo con la comisión local. En el documento consta que el microtraficante paga una cuota semanal importante a la Comisaría 1ª de Caacupé y a agentes de la Dirección de Investigación de delitos de Cordillera. A cambio obtiene protección y apoyo en su red de distribución.
Este informe fue entregado a la Fiscalía y a la Comandancia de la Policía Nacional en diciembre del 2017, pero nada se hizo.
Beibi’i sigue supuestamente operando impunemente en la capital espiritual, maneja personalmente su red de distribución con la ayuda de secretarios llamados “pistoleros”, que siempre están armados.
El mismo viaja a la zona de Retiro, Argentina, una vez al mes y se maneja con automóviles y motocicleta para circular por Caacupé. Amenaza a periodistas que publican sobre sus fechorías y a los agentes fiscales que lo investigan, con el “patrocinio” de agentes policiales.
Desde la fiscalía se impulsaron dos allanamientos con el objetivo de detener a Brítez López en el 2018, de forma infructuosa, porque la información siempre se filtraba y el peligroso hombre lograba escapar minutos antes de la llegada de la comitiva.
El 29 de enero pasado luego de un trabajo de investigación de la fiscalía, se ordenó la detención de la nueva pareja de Beibi’i, una joven de 21 años identificada como Beatriz Ponce, por tener en su poder un rodado de la marca Fiat, modelo Toro, color blanco, con chapa HEV 315, robado en San Pablo, Brasil, y que contaba con chapas y documentos clonados.
El Grupo Lince llegó inclusive hasta a la vivienda de Leoncia López, ubicada en el barrio Santa María de Caacupé, madre del presunto narco, donde residía la joven y vieron cómo Brítez López abordaba el rodado Fiat Toro color blanco, para huir una vez más de la policía.
Luego de una breve persecución Beibi’i abandonó su vehículo en la compañía Itaybú Guazú a unos siete kilómetros de la casa de su madre y se internó en una zona boscosa. Los personales del Grupo Lince, a pesar de contar con motocicletas, no ingresaron en el sitio, y de esa forma permitieron que el supuesto narco escape una vez más.
Dentro del vehículo se encontraron documentos de Beatriz Ponce. La Policía no detuvo a la joven porque supuestamente nunca pudo dar con su paradero. La abogada de Brítez López, Norma Adorno, presentó a la joven Beatriz Ponce en la Fiscalía en donde fue imputada por reducción y frustración de la persecución penal, por proteger a un prófugo. A pesar de que la fiscalía pidió la prisión de la mujer, por el inminente peligro de fuga, la jueza Blanca Báez le concedió prisión domiciliaria con una fianza real de G. 50 millones.
Exigen barrida
Las autoridades locales, como el intendente Diego Riveros (PLRA), ya han solicitado en varias ocasiones una barrida general de toda la cúpula y personal policial que opera en la Dirección de Investigación de Delitos y en la Comisaría 1ª de Caacupé, ya que es muy evidente el trabajo coordinado de los agentes policiales con los microtraficantes de la zona.
La cantidad de adictos ha aumentado en forma alarmante en el último año. Esto ocasiona la proliferación de asaltos y robos domiciliarios.
A esto se suma que surgen más distribuidores en diferentes barrios y compañías, que andan armados y propicia la pelea por el control de territorios entre las bandas, según mencionó el jefe comunal.