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Los fallecidos fueron Cirilo Villalba (49) y Rufino Ortellado (56), mientras que Ever Hugo Alarcón (20) sufrió graves lesiones y tras recibir los primeros auxilios en el lugar de la tragedia fue derivado al Hospital Nacional de Itauguá, donde quedó internado en terapia intensiva. El responsable de la tragedia fue el suboficial Segundo Rolando Javier Telles Stroher (28), quien estaba al mando de un automóvil Nissan Sunny gris, con matrícula provisoria PGS 321.
Tras el incidente el uniformado aprovechó la confusión generada y escapó del sitio a pie. Sin embargo, en horas de la mañana se dio por detenido en la comisaría jurisdiccional, la 34ª Central de Posta Gaona, donde fue sometido al alcotest, cuyo resultado dio positivo. El agente tenía 0,17 mg/l de alcohol en la sangre, se informó.
Todas las víctimas vivían en las inmediaciones del lugar del hecho y desde hace 25 años se dedicaban a la venta de cigarros en el Mercado Central de Abasto. “Fabricaban sus productos durante la tarde y luego en horas de la madrugada llevaban sus mercaderías al mercado de Abasto”, relató Pedro Ortellado (47), vecino del barrio.
Precisamente, alrededor de las 2:15 de ayer, los tres cigarreros estaban sentados a la vera la Ruta I, en el kilómetro 31, a unos 30 metros de la comisaría jurisdiccional, en espera del primero autobús para llevar sus productos el centro comercial.
Sorpresivamente, los tres fueron arrollados por el automóvil Nissan Sunny, que salió de la vía a gran velocidad. Aparentemente el primero en ser impactado por el vehículo fue Ever Hugo Alarcón. El joven fue arrojado a varios metros del lugar. Sin embargo, las otras dos víctimas fueron arrastradas unos 20 metros y fallecieron casi en forma instantánea en el sitio.
El uniformado intentó escapar del lugar a bordo de su auto, pero a raíz de un gran desnivel ubicado en la zona, el auto se tumbó en la banquina. Esto obligó al suboficial Rolando Javier Telles Stroher a abandonar su rodado y a escapar a pie en total estado de ebriedad, según algunos testigos.
En el interior del automóvil fueron halladas varias botellas de cerveza vacías y otras cargadas, que fueron levantadas como evidencias, por los investigadores. Cuatro horas después del siniestro, el agente se presentó en la mencionada unidad policial, donde fue sometido al alcotest. En ese momento, el agente presentaba un ínfimo porcentaje de alcohol en la sangre, se informó.