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La víctima fatal es Lidia Meza Burgos (18), vecina del asentamiento San Roque III de la ciudad de San Antonio. La joven recibió multiplicidad de estocadas en zonas del cuello, tórax, abdomen y región lumbar por parte de Marcelo “Piloto” Pinheiro, presunto líder del grupo criminal Comando Vermelho.
Las puñaladas recibidas en la zona lumbar provocaron una hemorragia interna, lo que le causó la muerte, expuso el Dr. Pablo Lemir, director de Medicina Forense de la fiscalía. Añadió que halló dos lesiones contusas en la región frontal de la cabeza, que no causaron lesión cerebral, provocadas por un objeto sin filo.
Estrategia sangrienta
A primeras horas de la mañana del sábado, Marcelo Pinheiro estuvo reunido con uno de sus abogados. Posteriormente, cerca del mediodía llegó hasta la sede policial la joven Lidia Meza, quien se dedicaría a la prostitución, para mantener un encuentro a solas con el brasileño que está preso en la Agrupación Policial.
Luego de que una de las personas que provee los alimentos haya dejado la comida y saliera del lugar, Pinheiro y Meza quedaron solos en la segunda celda privada que se encuentra detrás de la oficina de guardia.
Durante el encuentro, ambos tuvieron una pelea y Piloto tomó a la joven y golpeó su cabeza contra la pared de la celda, por lo que esta quedó inconsciente y cayó al suelo. El brasileño aprovechó eso y tomó el cuchillo romo –que no cuenta con filo, pero Piloto se las ingenio y lo afiló– y apuñaló varias veces a Meza.
A las 13:50, el uniformado que estaba de guardia escuchó que Piloto gritó “tuve una pelea con mi visita” y activó el dispositivo de seguridad. Un grupo de uniformados ingresó a la celda y halló a Pinheiro sobre la joven, cubierto de sangre, y un cuchillo incrustado en la garganta de la víctima.
Inmediatamente la mujer fue auxiliada hasta el Hospital de Barrio Obrero, donde a las 14:30 se confirmó su deceso. Su cuerpo luego fue llevado a la Morgue Judicial para la autopsia.
Esta era la segunda visita de Lidia Meza a Pinheiro, la primera se registró el pasado 15 de octubre.
El ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, quien llegó hasta la sede policial, dijo que esto fue una estrategia para evitar la extradición. Además advirtió que tomará medidas y ordenó que se reemplacen los cubiertos de metal de los presos en la Agrupación por los de plástico.
Asimismo anunció que se hará una barrida en el lugar tras este crimen.