Cargando...
Todos los elementos informáticos y de comunicación que fueron confiscados del poder de “Gato” Villalba fueron remitidos al Ministerio Público para ser sometidos a peritaje. Para los investigadores, el objeto más valioso confiscado en esta operación fue el teléfono celular que el presunto jefe narco tenía en su poder.
En la memoria del aparato fueron encontradas una infinidad de fotografías de fiestas que el maleante organizaba en su granja, con animación de grupos musicales en vivo. En las imágenes se observa a varias personas que serían sus principales colaboradores, que ahora son rastreados, informó el jefe del departamento Antinarcóticos de la Policía, Crio. Princ. Críspulo Sotelo. Precisamente, una de la imágenes revela que el “Gato” Villalba acostumbraba festejar el éxito de su negocio con “baños” de cocaína frente a sus invitados.
La memoria del teléfono celular también contendría la lista y los números telefónicos de todos los nexos de la organización criminal, tanto en el ámbito local como internacional, pues la banda recibía “mercancía”, proveniente de Bolivia y Perú, como se pudo comprobar gracias a la grabación de algunas comunicaciones del sospechoso.
Pero el dato más importante que podría contener el teléfono es la lista de las autoridades que integraban la estructura de protección que tenía esta organización criminal, que durante casi dos años controló el tráfico de cocaína en el departamento del Alto Paraná.
De acuerdo a los investigadores, la granja desde donde operaba esta red tiene una extensión de seis hectáreas y media y fue adquirida en US$ 1.000.000. Es imposible que las actividades en el lugar hayan pasado inadvertidas, por lo que se presume que “Gato” Villalba operaba con protección de las autoridades de la zona, señalaron efectivos de la Policía.
En una de las dependencias de la granja también fueron encontradas dos radiobases y once walkies digitales conectados a una antena de 80 metros.
Dichos aparatos eran utilizados para comunicarse con las pistas clandestinas ubicadas en la zona de Salto del Guairá, donde recepcionaban las cargas de drogas.
Igualmente, estos aparatos tenían la capacidad de comunicarse con aeronaves en pleno vuelo, en casi toda la zona este y noreste del país, explicaron los agentes.