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El interventor Lic. Roberto Torres revela que la Corte pagó por la provisión de artículos varios G. 1.028.091.772 a ocho firmas que resultaron ser fantasmas: 4M Import Export, Marvil SRL, Mueblería Juniors, Carpintería Ramoncito, Distribuidora Tauro, Ideal Distribuidora, Distribuidora Total y Casa Tom.
“La correlatividad numérica de las facturas emitidas, la periodicidad de facturación, la verificación in situ de que ninguna de las firmas operaba en la dirección declarada en sus respectivas facturas y la comprobación a través del Viceministerio de Tributación de que una misma persona era propietaria de más de una firma proveedora, hacen suponer de que las mismas fueron creadas para proveer en forma casi exclusiva a la CSJ, con la evidente discrecionalidad de regulación de los precios en perjuicio de la institución”, afirmó Torres.