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Los procesados son el comisario Ovidio Reinaldo Larrea Torres (41), subjefe de la comisaría 2ª de Fernando de la Mora; el comisario Aldo Alcides Morel Azcona (44), quien era jefe del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de Central, y el subcomisario César Cornelio Paiva Vázquez (38), camarada del fallecido y en aquel entonces jefe de Inteligencia de Central.
Los tres oficiales jefes de la Policía fueron procesados por la fiscala Sandra Fariña y el fiscal Marcelo Pecci bajo la figura de frustración de la persecución y ejecución penal, prevista en el artículo 292 del Código Penal, y por la realización de los hechos por funcionarios, a su vez contenida en el artículo 293 de la misma norma.
Al comisario Larrea se le cuestiona el hecho de haber grabado con su celular, minutos después del tiroteo, el video de la muerte de Peralta y no haber comunicado ni suministrado a la Fiscalía la filmación, que se conoció recién a la noche.
A Paiva se le reprocha el acto de haber rescatado de la escena la pistola de su camarada Peralta y de haber escondido el arma, que hasta ahora no apareció.
Morel, por su lado, fue imputado debido a que su camioneta Mitsubishi Tritón negra, que fue usada por el GEO, resultó acribillada en la balacera. Sin embargo, pese a que era una evidencia clave, el citado uniformado entregó el vehículo al equipo investigador recién cinco días después del crimen y con el parabrisas perforado remplazado por uno nuevo.
Los agentes del Ministerio Público solicitaron la aplicación de medidas alternativas a la prisión para los tres oficiales jefes, debido a que la expectativa de pena no supera los cinco años.
El comisario Julio César Cabañas López (43) solicitó, a su vez, la revocatoria de la prisión preventiva que cumple en la Agrupación Especializada, pero la Fiscalía se opuso a esa petición.
Una pericia determinó que el disparo que mató a Peralta fue hecho por el suboficial ayudante Carlos Rafael Mieres Rojas, del GEO, y no por Cabañas, pero la Fiscalía entiende que tampoco se puede dejar de investigar el supuesto disparo accidental efectuado por este último.