Cargando...
PEDRO JUAN CABALLERO (Cándido Figueredo Ruiz, de nuestra redacción regional). El fallecido fue identificado como Adriano Cunha Dos Santos, un brasileño de 34 años que residía en la ciudad de Dourados, Brasil, ubicada a unos 100 km de la frontera.
El hombre estaba en una camioneta -marca Volkswagen tipo Amarok y chapa NUD 9865 del municipio brasileño de Pedra Preta del estado de Mato Grosso- que tenía el motor en marcha.
Según relataron testigos del hecho, los sicarios se desplazaban en una camioneta Toyota Fortuner, de color oscuro. Se acercaron hasta el rodado de la víctima y le acribillaron, luego de lo cual huyeron internándose en territorio brasileño.
Así la violencia entre mafiosos de la zona sigue golpeando a esta región. El lunes último al mediodía y cuando muchísimas personas circulaban en el centro de la ciudad, también sicarios a bordo de un vehículo acribillaron a tiros a Álvaro González, alias “Mbarakaja Hû”. Durante el tiroteo, un hombre que circulaba en una motocicleta por el lugar fue alcanzado por una bala en la espalda.
Horas después del citado hecho los agentes policiales allanaron un depósito en donde fue hallado un arsenal “de guerra”, como pistolas, metralletas, pasamontañas y una gran cantidad de proyectiles de diversos calibres.
Igualmente, en la noche del último lunes un vehículo con chapa brasileña atropelló una barrera policial y fue perseguido a tiros por los agentes. Horas después el vehículo fue hallado abandonado en las afueras de la ciudad.
Habría mas ajustes
Fuertes versiones que provienen del submundo de la delincuencia circulan en esta zona, acerca de que habría más “ajustes de cuentas” en los próximos días.
Teniendo en cuenta que los sicarios fallaron en su cometido de asesinar a Álvaro González, pocas horas después la policía logró ubicar el depósito donde los sicarios perdieron tres vehículos y armamentos valuados en miles de dólares.
Todo hace suponer que quien ordenó la muerte de Álvaro González pedirá explicaciones a los sicarios que fallaron en su objetivo y que además ocasionaron grandes pérdidas en la incautación de sus armas y vehículos.