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El citado militar dijo que se enteró del caso solo a través de la prensa y aseguró que el tal ordeño de combustible jamás existió en el lugar.
Marcial González expresó en la sede de la fiscalía en San Antonio que el pasado martes 16, día en que fueron trasvasados desde barcos más de 15.000 litros de combustible en el puerto de Terport –a orillas del río Paraguay–, que no se realizó en esa ocasión la habitual patrulla fluvial “por el mal estado del tiempo” y agregó que jamás hubo ordeño en la zona.
Refirió que cerca de las 22:00 se dispuso a descansar en su dormitorio, debido a que las condiciones climáticas no eran aptas para el patrullaje por el río y agregó que no podía poner en riesgo la vida del personal militar.
Sin embargo, esa noche no llovió ni había mucho viento. Además una fuente nos informó que González Maldonado abandonó la prefectura en horas de la tarde y habría ordenado no realizar patrulla alguna por el río.
Según nuestra fuente, el militar regresó a su base ya cerca de la medianoche de aquel día, cuando se enteró del problema y averiguó la situación por teléfono.
Asimismo, el marino relató que cerca de la 01:30 recibió una llamada de una mujer que se hizo pasar por “Ña Rubia”, una de las financistas de la carga ilícita, y que le ofrecieron dinero. Agregó que no conocía a ninguna “Rubia”.
Dijo que siguió la conversación para obtener datos y que le preguntó a “Rubia” dónde se encontraba, para ir a reprimir el ilícito como es su obligación como jefe del destacamento.
La prensa, no
La asistente fiscal Liliana Barrios y el abogado defensor de González, Américo Ibarra Collar, intentaron evitar que el corresponsal de la zona, Higinio Ruiz Díaz, tome fotografías del procesado y a empellones la funcionaria de la fiscalía sacó al periodista de la sala y cerró la puerta con violencia.
Igualmente, ayer prestó declaración testifical el jefe de logística y cargamento de la empresa naviera Mercopar, ingeniero Édgar Pereira, sobre la denuncia de ordeño realizado al remolcador Tomás Romero Pereira, el año pasado, en la zona de Pilcomayo. El hombre admitió que existe una acusación de la prefectura naval argentina, cuyos efectivos vieron una lancha con varios tambores acercarse al remolcador y que habrían estado ordeñando combustible.
Según el informe de la guardia de la prefectura naval local, cerca de las 18:00 del día 16 de este mes, el buque Tomás Romero Pereira amarró en San Antonio con 13 barcazas, algunas cargadas con combustible, pero dicha entidad no especifica eso. Llamativamente, a partir de las 20:00 la embarcación quedó a oscuras por problemas de energía hasta pasadas las 00:00.
Esa noche los ordeñadores habrían extraído cerca de 15.000 litros de carburante de las barcazas o del propio remolcador Tomás Romero Pereira, y del barco Taguató, propiedad de Lógico Paraguay SA.
Ambos buques ya fueron peritados por el capitán de navío Juan Domingo Delgado Mereles, cuya objetividad está en duda, por ser camarada del actual y muy cuestionado comandante de la Armada, vicealmirante Antonio W. Vallejos Abadíe.