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En la mañana de ayer, el fiscal Ángel Ramírez solicitó 17 años de cárcel para Óscar Finamore y 15 años de prisión para Claudia Benítez tras afirmar que eran coautores del crimen ocurrido en la noche del 25 de julio del 2013. La defensa pidió absolución.
En la fecha citada, Kiko fue asesinado de tres balazos por dos motociclistas en la avenida Gral. Santos entre Herrera y Azara, a tres cuadras del local donde asistió para ver el partido entre Olimpia y Atlético Mineiro, final de la Copa Libertadores de América. El fiscal resaltó las sucesivas comunicaciones intercambiadas minutos antes del crimen entre Florentín y los acusados y luego del crimen entre los acusados entre sí y las contradicciones en que incurrieron al tratar de explicarlas.
“Él dijo que tenía local de arreglo de moto y ella dijo que era por el delivery del copetín que tiene la familia, distintas versiones dieron”, explicó Ramírez.
El fiscal resaltó que si bien los acusados borraron los mensajes entre sí, en el celular de Florentín encontraron mensajes en que Claudia, muy cercana a él, le enviaba el número de Finamore. Luego se registran varias conversaciones cortas entre Kiko y Finamore y, en las últimas, el acusado ya está en las cercanías del local donde se produce el crimen.
“¿Qué necesidad había de sacarlo de donde estaba viendo el partido si estaba a unas cuadras no más? Encima, ¡durante la ejecución de los penales de una final! El objetivo era que no haya testigos”, sostuvo el fiscal.
Los magistrados Elio Ovelar, Víctor Alfieri y María Luz Martínez concluyeron que los acusados actuaron como cómplices de los autores materiales del crimen, cuyas identidades se desconocen hasta la fecha.
“Asesinos”, gritaron indignados algunos familiares del joven fallecido, al escuchar la sentencia, que pretendían que fuera más elevada.