Niños, ancianos y enfermos mentales padecen en las calles de Asunción

Con motivo de un aniversario más de la Declaración Universal de los Derechos Humanos vale la pena recordar el artículo 25º de dicha declaración, referente a la calidad de vida. En calles asuncenas, podemos observar a numerosos ciudadanos privados de este derecho fundamental, entre los que se destacan niños, adultos mayores y enfermos mentales.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2089

Cargando...

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 10 de diciembre como el Día Internacional de los Derechos Humanos. Ese día, en 1948, fue firmada la Declaración Universal de los Derechos Humanos en París, con los 30 artículos básicos.

El artículo 25 dice lo siguiente: “1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes a su voluntad.

2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencias especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social”.

A 65 años de aquel entonces, un recorrido por las céntricas calles de Asunción nos demuestra que aún falta mucho para lograr la vigencia plena de este artículo.
Lucha por la vida

Sumidos en la pobreza extrema, víctimas de la miseria y del ausentismo estatal, numerosos ciudadanos afrontan a diario una verdadera batalla por la vida.

No están escondidos en algún recóndito inhóspito del país, sino que deambulan por las principales avenidas de nuestra ciudad capital, como verdaderos “muertos vivientes”, ante la indiferencia de las autoridades.

La miseria golpea a todos por igual y no hace distinción: adultos, jóvenes, niños, niñas, hombres y mujeres. Sin embargo, entre las víctimas de esta situación de pobreza extrema, se destacan tres grupos en especial situación de vulnerabilidad, que son los niños, los adultos mayores y los enfermos mentales.

Esta vida marginal convierte a los niños, en especial los indígenas, en presa fácil de personas inescrupulosas. En estas condiciones, se pueden ver a niños atrapados en el mundo de las drogas y hasta víctimas de redes de prostitución, como se constató recientemente con una intervención fiscal.

La dramática realidad de las calles, la violencia que genera la marginalidad, las peligrosas consecuencias de esta situación y la escasa capacidad del Estado de dar respuesta integral a esta problemática, son los temas abordados en esta serie.

El 8 de mayo pasado, en ocasión de dar a conocer el plan de acción de la alianza público-privada para la eliminación de la pobreza extrema con énfasis en la familia, el Gabinete Civil de la Presidencia divulgó un informe que reveló que, al cierre de diciembre de 2012, uno de cada tres paraguayos sigue siendo pobre y uno de cada cinco vive en la indigencia.

Nuestro país cuenta con cuatro hogares estatales para adultos mayores y todos se encuentran al tope de su capacidad. Hoy día hay más de 200 adultos mayores en lista de espera. Por otro lado, la cantidad de pacientes del Hospital Neurosiquiátrico, 311, también sobrepasa su capacidad, que es de 300. El nosocomio es el único para todo el país.

La propuesta del plan presentado por el actual gobierno es una alianza público-privada para la eliminación de la pobreza, cuyos resultados se observarían dentro de seis años, es decir, en el 2018, al finalizar el mandato del presidente   Horacio Cartes.    De acuerdo al plan, el Estado deberá invertir en total US$ 2.473 millones durante el referido lapso (2013-2018).   

Próxima: Enfermos mentales

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...