Mula pide cumplir su condena en Paraguay

Un paraguayo de 25 años que cumple una condena por tráfico de drogas peligrosas en la prisión de Stanley, en Hong Kong, pide ser transferido al Paraguay para terminar de cumplir su condena en su país. Hasta ahora no tiene respuesta de las autoridades.

Cargando...

Llegó al diario ABC Color un sobre despachado el 6 de julio en la prisión de Stanley, en Hong Kong. Con una letra prolija y con documentos originales adjuntos, Fabio Antonio Osorio, de Ciudad del Este, cuenta en ella su anhelo y el de otros compatriotas de ser transferidos para cumplir sus penas en suelo patrio.

Fabio está recluido desde el 2014, pagando una condena de 16 años y 8 meses en Hong Kong. Él, desde la prisión, y su madre, Celestina Osorio, desde el Paraguay, han solicitado por diversas vías la trasferencia.

“Sabemos que el gobierno de Hong Kong no se opone a que nosotros seamos transferidos si nuestro país nos acepta, y podríamos así terminar de cumplir nuestras sentencias en prisiones de Paraguay, cerca de nuestras familias, con nuestro propio idioma, con nuestra propia alimentación, con nuestras propias costumbres, además de poder rehabilitarnos y tener la oportunidad de volver a iniciar nuestras vidas con otros planes y con la convicción de hacer bien las cosas. Desafortunadamente, sentimos que nuestro país no nos toma en cuenta o no nos quiere dar esta oportunidad”, escribe Fabio con letra redonda.

Cumplir una condena en el país de origen es un derecho para las personas privadas de su libertad según la Ley N° 2195/2003, que aprueba la Convención Internacional para el cumplimiento de Condenas Penales en el Extranjero.

Las condiciones para que se aplique la convención son las siguientes: que haya una condena firme y definitiva, que la persona sentenciada otorgue su consentimiento al traslado, que el hecho que motivó la condena sea también un delito en el Estado receptor, que el condenado sea nacional del Estado receptor, que el tiempo de la condena por cumplirse al momento de la solicitud sea de por lo menos seis meses y que la aplicación de la sentencia no sea contraria al ordenamiento jurídico interno del Estado.

En su carta, Fabio argumenta que cumple cada uno de los siete requisitos. “Tengo 16 años y 8 meses de sentencia firme y definitiva. He otorgado expresamente mi consentimiento siendo que soy el que pide traslado y sí, estoy muy bien informado de las consecuencias legales. El tráfico de estupefacientes es un delito grave en el Paraguay. Paraguay tiene la misma o, mejor dicho, casi la misma sentencia que Hong Kong. Todos los requisitos exigidos por parte del gobierno paraguayo están completos, pero aún no tenemos respuestas concretas”.

Uno de los pedidos hechos por su madre, sin respuesta, data del 18 de mayo de 2016. Celestina Osorio habló con el programa Ancho Perfil, en ABC Cardinal, y contó que solo puede hablar con su hijo preso en el Lejano Oriente cada dos meses, por tres o cuatro minutos. “Estamos desesperados, hace cuatro años que no lo veo. Él me dijo que iba a ir a Chile, a trabajar. Ni siquiera se despidió de mí; yo me enojé con él porque desapareció dos o tres días. Una noche me llamó y me dijo que estaba preso en Hong Kong, y me dejó helada”, narró. Junto con otros familiares de condenados en ese país (hay ocho paraguayos, varios de Ciudad del Este), Celestina espera con ansias el 15 de agosto, con el anhelo de que el canciller que asuma ese día, Luis Alberto Castiglioni, preste atención a su reclamo. Guarda consigo una carta escrita también por su hijo Fabio, dirigida al futuro ministro de Relaciones Exteriores, en la cual le pide que se ocupe de su caso. 

Lea nota completa en: www.abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...