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El sospechoso Alejandro Moisés Corvalán, quien cuenta con cuatro antecedentes penales por asalto a mano armada, aseguró ante los uniformados que en la madrugada del viernes pasado viajaba a bordo de una moto con su cómplice, Luis Ramón Rojas Román, quien también tiene antecedentes por el mismo delito y que sobre la ruta Mariscal Estigarribia se toparon con la víctima, quien se dirigía a su casa junto con un compañero de trabajo.
Aparentemente, los maleantes exigieron a los muchachos la entrega de todo el dinero que tenían además de sus teléfonos celulares. Sin embargo, Mathías no pudo entregar rápidamente su celular, hecho que motivó que uno de los criminales lo atacara con un desgastado pero afilado cuchillo de mesa, con el cual le aplicó una profunda herida muy cerca del corazón.
Tras el ataque los delincuentes escaparon con las manos vacías, ya que el celular de Mathías cayó al suelo y se perdió en la penumbra, según explicaron.
Corvalán aseguró que él y su cómplice estaban muy borrachos y pelearon con las víctimas, estas mucho más jóvenes y fuertes que les propinaron una golpiza, hasta que él tomó el arma que guardaba en la cintura y lo clavó en el pecho del monaguillo, para luego escapar del sitio. “Yo le clavé, yo me hago responsable”, aseguró el criminal en un tono altanero y soberbio.
Tras el hecho, los maleantes escaparon del lugar a bordo de una moto, pero cámaras de circuito cerrado los filmó en la huida. Las imágenes fueron fundamentales para que ambos delincuentes puedan ser identificados y detenidos.
La víctima fue asistida unos 30 minutos después por una patrullera, que lo llevó al hospital de Fernando de la Mora, donde el médico de guardia se negó a atenderlo y luego fue derivado al Hospital de Trauma, donde murió segundos después de llegar.