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Moria Casán arribó al Paraguay ayer a las 6:00 en un vuelo privado e inmediatamente fue detenida por policías del Departamento de Investigación de Delitos.
La reconocida artista soportaba hace más de tres años una orden de captura internacional que, sin embargo, no estaba vigente solamente en su país, por el robo de una gargantilla y un par de aros de zafiros que utilizó en un show en la Conmebol, el 27 de julio de 2012.
Pese a que en su momento la exvedette ya permaneció detenida en Paraguay, el proceso penal nunca fue resuelto, ni siquiera con el acuerdo formal al cual arribaron en el año 2013 con el dueño de las joyas, Juan Armando Benítez Gil.
La querella promovida por el dueño de “Armando Joyas” también había alcanzado al entonces asistente de Moria, Aldo Alexis Sotto, alias “Galo”, quien incluso llegó a ser recluido en la penitenciaría nacional de Tacumbú, así como al mánager de Casán, Luciano Garbellano, el único que hasta ahora sigue con orden de captura internacional.
Moria Casán, luego de su detención, fue atendida en el Hospital de Policía en donde se le diagnosticó una arritmia cardíaca y luego trasladada a la Comisaría de Mujeres. La jueza Dina Marchuk fijó la audiencia de Moria para hoy a las 9:30.
El abogado Hugo López, uno de los defensores de Casán, dijo ayer a ABC que pidió el levantamiento del estado de rebeldía de su clienta y, principalmente, la extinción del proceso penal, establecida en el código procesal paraguayo en caso de que las partes lleguen a un acuerdo en las causas tipificadas como delitos patrimoniales.
En caso de que la jueza homologue el acuerdo, la diva argentina podría quedar definitivamente libre, aunque, por otro lado, también podría influir la postura que asuma la fiscala de la causa, María Genoveva Figueredo, reemplazante de la fallecida Celeste Campos Ross.
Si la Fiscalía se opone, la argentina podría quedar con prisión domiciliaria, por lo cual sus abogados alquilaron un departamento, en Choferes del Chaco y Guaraníes de Asunción.