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Se trata del suboficial inspector Elvio Ramón Cañete Sosa, quien vive a unos 200 metros de la unidad que fue atacada en la madrugada del jueves pasado. Tras la denuncia del caso agentes fiscales y uniformados allanaron la vivienda del sospechoso, sin embargo, no lo encontraron, por lo que oficialmente está considerado prófugo de la justicia.
De acuerdo con los investigadores, Cañete trabajaba en la comisaría de Fondo Rugua, pero a raíz de algunas desavenencias con el jefe de la comisaría, el suboficial Francisco Argüello, se ordenó su traslado a una dependencia de la capital.
Aparentemente, Cañete gozaba de unos días libres y en la madrugada del jueves, bajo los efectos del alcohol y pistola en mano, llegó hasta la sede policial y abrió fuego contra el edificio y luego amenazó de muerte al jefe y a todos los uniformados que estaban en la unidad.