Matan de una puñalada en el cuello a un playero en un aparente asalto

Un playero de una estación de servicios murió desangrado ayer de madrugada luego de ser herido en el cuello con un puñal, en un aparente asalto perpetrado por un hombre que, para disimular su verdadera intención, primero compró una botellita de cerveza en el servicentro.

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El homicidio se produjo ayer aproximadamente a las 02:30 en el predio del surtidor del emblema Petrobras, apostado en la intersección de las avenidas Madame Lynch y Aviadores del Chaco, en el límite entre Asunción y Luque, jurisdicción de la comisaría 10ª Metropolitana.

La víctima fue identificada como Silvano Aníbal Florenciani Galeano, de 37 años, domiciliado en Fernando de la Mora, de acuerdo con los registros de la Policía.

El autor del hecho es un hombre de unos 35 años, morocho, de estatura baja, quien escapó en una motocicleta tipo cobrador negra y roja, con roncador.

Según la versión que ofrecieron algunos testigos del asesinato, que resultaron ser unos obreros que trabajan en la construcción del superviaducto, el asesino llegó solo a bordo de su motocicleta y se dirigió directo a la tienda del surtidor, donde compró una botellita de cerveza.

Posteriormente, el delincuente se puso a tomar la cerveza en un rincón, a unos pocos metros de donde estaba trabajando el playero.

Luego de unos minutos, los testigos simplemente vieron que el desconocido huía raudamente, lo que les pareció sospechoso.

Entonces, fueron a verificar la situación en el surtidor y vieron al playero tendido en el suelo, en medio de un verdadero charco de sangre y agonizando.

Los policías resaltaron que lo raro del caso es que otro playero, quien estaba dentro del minimarket, no se dio cuenta de lo que pasó con su compañero.

Al lado del cuerpo de Florenciani fue encontrada su billetera y un billete de G. 20.000, lo que hace suponer que el playero opuso resistencia y que el criminal escapó asustado al ver sangrando a su víctima.

Tampoco se pudo determinar si el asaltante robó algo más de la escena.

Expertos en Criminalística recogieron la botellita de cerveza tocada por el asesino, para tratar de extraer sus huellas dactilares.

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