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GENERAL RESQUÍN, Dpto. de San Pedro (Omar Acosta, corresponsal). El policía ultimado es el suboficial primero Javier Rodrigo Dávalos González, de 30 años, oriundo del distrito de San Pablo de este departamento y quien trabajaba en la oficina regional del departamento de Antinarcóticos, cuya base está en el municipio de Santa Rosa del Aguaray.
El agente es esposo de otra policía y deja huérfana una pequeña hija.
El jefe de Prevención y Seguridad de San Pedro, comisario principal Ricardo Ayala, relató que el suboficial Dávalos y otros dos camaradas llegaron en un vehículo particular a una estación de servicios del emblema Barcos y Rodados, en el centro de la colonia Naranjito, desde donde casualmente vieron sentado en su casa al marihuanero Ignacio Servín Ríos, de 62 años, conocido en la zona como Tito Servín.
Los agentes sabían que Servín tiene una orden de captura pendiente, bajaron de su vehículo y se dirigieron hacia él como para arrestarlo. Sin embargo, el criminal pilló a los policías, agarró un revólver y salió corriendo de su patio, como para escapar hacia un cañaveral asentado detrás de su casa.
Los tres policías, que estaban vestidos de civil, intentaron iniciar la persecución pero cuando iban a entrar al cañaveral, cerca de una alambrada, el marihuanero disparó un solo tiro, que le atravesó el abdomen al suboficial Javier Rodrigo Dávalos González.
Este cayó al suelo y murió prácticamente en el acto.
Sus dos compañeros intentaron en vano reanimar a Dávalos, mientras el tirador se internaba en medio de la plantación agrícola.
El fiscal Alberto Torres y el médico forense Pedro Pablo Araújo tomaron intervención en el hecho.
Varios allanamientos se hicieron en la zona en busca del narco asesino, pero sin éxito.
Incluso, un helicóptero artillado sobrevoló el sector del cañaveral, pero tampoco apareció Tito Servín.
Hasta anoche, no había novedades sobre este.