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Los uniformados golpearon con sus cachiporras a los manifestantes que se ubicaron, en primera línea, frente al local del Ministerio del Trabajo. Segundos después los policías antimotines usaron sus escopetas cargadas con balines de goma.
Los obreros con quienes pudimos hablar, y que resultaron lesionados con golpes de cachiporra y los balines de goma, aseguraron que no atropellaron la barrera policial. Solo existió un grupo de sindicalistas, encabezado por Francisco Brítez, titular de la Confederación Paraguaya de Trabajadores (CPT), que intentó ingresar dentro del local del ministerio para dejar una nota dirigida al ministro Sosa.
La manifestación fue para exigir el cese de la persecución sindical en las empresas mediante el apoyo del ministro Sosa. El alto funcionario traba el reconocimiento legal de los sindicatos, según la denuncia.
Golpes a crucificados
Luego de la represión pudimos obtener también el testimonio de choferes de la Línea 49. Los policías entraron bajo el precario techo donde están los crucificados. Algunos obreros fueron golpeados por los policías antimotines pese a que estaban en posición indefensa (acostados sobre una cruz de madera), según los afectados.
Los choferes que quedaron con secuelas de golpes de cachiporra y con heridas en las manos (debido a los clavos que sujetan sus miembros superiores) son: Angel González, Marco Antonio Leiva, Marco Morel y Rafael Martínez. Resultaron lesionados por balines de goma Arnaldo Trigo y Manuel Giménez. Juan Villalba, presidente de la Federación de Trabajadores del Transporte, y Julio López, titular de la Confederación de la Clase Trabajadora, también quedaron heridos a consecuencia de balas de goma que recibieron en sus cuerpos.
La Central Unitaria Auténtica (CUT-A) y la Confederación Nacional de Trabajadores (Conat) también
fueron otros de los gremios que prepararon la marcha y manifestación contra el ministro Sosa.
Estas centrales habían planificado una huelga general para el mes de agosto, pero no lograron organizar debido a la falta de entusiasmo de la gente. Los gremialistas dicen que es porque los obreros temen ser despedidos.
Los dirigentes sindicales que organizaron la manifestación señalaron que el ministro Sosa es el brazo ejecutor de la política antisindical y antiobrera del gobierno del presidente Horacio Cartes.
Destruir gremios
El ministro del Trabajo pretende destruir los sindicatos activos con el apoyo de los empresarios. Así dijeron algunos dirigentes ayer antes de ser violentamente reprimidos por la policía.
La manifestación no solo fue contra el ministro Sosa. Algunos obreros exigen que el presidente Cartes lo destituya porque no funciona su plan de “mesa de diálogo”.
Los miembros de las centrales también marcharon a fin de exigir al Gobierno un reajuste salarial del 25 por ciento. Igualmente dicen que Cartes debe invertir el dinero de los contribuyentes, a fin de generar más empleos.
Contra ley de APP
Entre las reivindicaciones figuran la derogación de la ley de alianza público privada, el envío al archivo del proyecto por el cual se pretende crear una Superintendencia de Seguridad Social. Aseguran que este sería el primer paso para entregar los fondos de jubilaciones al sector privado, siguiendo los pasos del modelo chileno.
Los miembros de la Corriente Sindical Clasista, liderados por Eduardo Ojeda, también se habían manifestado contra el ministro Sosa el 12 de agosto. Ese día pidieron igualmente el cese de la persecución de los gremios por parte de los patrones y del gobierno de Cartes. Los obreros se solidarizaron con los choferes de la Línea 49.