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En el caso de Estela de Mareco, la misma estaba en rebeldía y se presentó ante el magistrado.
La fiscalía solicitó libertad ambulatoria para ambas y el juez Delmás les otorgó la medida y estableció una caución real con embargo preventivo hasta cubrir la suma de G. 600 millones y fianza de sus abogados de G. 50 millones.
Para ambas se decretó la inhibición general de vender y grabar bienes, además deben presentarse una vez al mes al juzgado y tienen prohibido acercarse a los otros imputados.
Millonario desvío
Estas dos mujeres están en la estructura que desvió G. 2.500 millones de las sucursales del BNF en el lapso de un año, según se pudo saber a través de un sorpresivo arqueo que se hizo en enero.
En este caso están imputados y presos, Óscar Pablino González y Siro Vera Godoy, gerente y subgerente de la sucursal de Santa Rosa del Aguaray, César Luis Vargas, Gustavo Benítez, gerente y subgerente respectivamente de la sucursal Choré y Juan José Estigarribia.
Todos ellos según la imputación de la fiscala Victoria Acuña, montaron un esquema de retiro irregular de dinero de parte de los funcionarios del banco. El dinero iban depositando en la cuenta particular de Sandra Mareco, quien es pareja sentimental del gerente César Vargas y en la de su suegra Estela de Mareco. Igual modus operandi se hacía con Juan José Estigarribia, quien es hermano de madre de Gustavo Benítez.
El dinero salía del banco sin que se firmen los documentos de retiro y luego era utilizado para otorgar préstamos usurarios, según la imputación.
El primero en ser detenido fue Siro Vera, quien desde un principio colaboró con el Ministerio Público y confesó como funcionaba el esquema delictivo.