Los veintitrés indultados reciben la libertad con un puesto de trabajo

Un total de 22 internas del Buen Pastor y un convicto de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú recuperaron ayer su libertad, gracias al indulto presidencial decretado por motivo de fin de año. La mayoría de los beneficiados por la medida purgaban penas por microtráfico. Las autoridades explicaron que son parte de un programa de reinserción social, que incluye, entre otras cosas, el campo laboral.

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La libertad de los internos fue dispuesta por el presidente de la República, Horacio Cartes, mediante el Decreto 4736, después una medición de indicadores a cargo del Ministerio de Justicia. Fue en consideración de que habían cumplido la mitad de su condena y que durante su tiempo de reclusión hayan demostrado buena conducta.

“La selección se efectuó a través de una serie de indicaciones que hizo el Ministerio de Justicia a principios de año sobre su conducta social y en la penitenciaría, si se involucraban en las actividades recreativas y educativas”, explicó la has ta ayer ministra de Justicia, Sheila Abed, quien asistió al acto.

Un dato llamativo fue que 22 de los 23 favorecidos son internas de la “Casa del Buen Pastor” y que 19 de ellas purgaban penas por microtráfico. Las demás cumplían penas por delitos menores, como hurto. El único convicto de la penitenciaría de Tacumbú que resultó beneficiado con la medida presidencial fue Pedro Leonardo Rojas, quien estaba preso por robo.

La ministra Abed resaltó que la selección de los indultados obedece a un programa de reinserción social que incluye una oportunidad laboral en las locales del grupo empresarial Pueblo.

“La apuesta del Gobierno es darles una segunda oportunidad real para que puedan reunirse con sus familiares. Ellos ya salen con un trabajo”, enfatizó.

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