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Durante su exposición abordó sobre la situación actual y cómo los sistemas económicos y financieros generan mayor pobreza.
Cuestionó a las grandes corporaciones como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y las agencias calificadoras, las cuales establecen parámetros con base en datos que no son contrastados.
“Los nuevos piratas no llevan pata de palo ni parche en el ojo, sino normalmente bien un maletín de ejecutivo, un ordenador y a veces están en el penthouse del consejo de administración de las grandes corporaciones”, dijo.
Sostuvo además que existe un alto porcentaje de impunidad de casos de corrupción y malversación de recursos, por lo que buscan un mecanismo para frenar tal situación.
“En nuestra organización estamos estudiando y debatiendo cómo avanzar hacia esa nueva realidad en la que los crímenes contra la humanidad no son solo los clásicos, sino el componente económico y financiero que tiene un papel fundamental, y que acciones de gobierno o de corporaciones realizadas en forma sistemática están produciendo tantas o más víctimas que las guerras que hemos sufrido”, finalizó.