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LUQUE (Gladys Villalba Jara, corresponsal). La joven de 29 años había sido asesinada de tres impactos de arma de fuego, el 10 de octubre del 2014, hecho que conmocionó a la comunidad luqueña, especialmente por tratarse de una funcionaria del actual concejal liberal Rodrigo Blanco, hijo del ministro de la Corte Suprema Sindulfo Blanco.
El pasado viernes declararon finalmente los procesados del caso caratulado como homicidio doloso.
Se trata de una amiga de la víctima, la abogada Ninfa Morales, y el guardia Juan Carlos Vergara, quienes en todo momento aseguraron ser inocentes.
Durante su testimonio Ninfa Morales, recluida en la penitenciaría Buen Pastor, aseguró que con Verónica solo eran muy buenas amigas, negando la existencia de una relación amorosa entre ambas.
La aclaración se debió a que muchos de los testigos y algunos allegados de la occisa aseguraron que Morales asesinó a “Vero” por celos y obsesión, ya que la misma se habría enamorado de Gariazu.
Siguiendo su relato, dijo que en la época tanto ella como Verónica debían callarse por orden superior del “jefe”, ante esos “comentarios”, para ocultar las verdaderas razones.
“Vero y yo tuvimos que hacerle creer a la gente que teníamos algo y soportamos todo tipo de comentarios. Yo tenía que ocultar por ejemplo su relación amorosa con mi jefe directo, Rodrigo Blanco. Todos los regalos y el dinero que yo le daba a Verónica eran de parte de Rodrigo, yo solo fui un nexo”, indicó la procesada.
También aseguró que en el 2014 Blanco viajó a Estados Unidos para comprar un automóvil de la marca Mercedes Benz del año 2015 y que fue adquirido en nombre de Verónica Gariazu Escobar, hecho que aparentemente fue descubierto por la esposa del edil. Morales dijo que esto provocó la separación de la pareja por unos meses y que actualmente el vehículo es utilizado por la esposa de Blanco.
Además, como responsabilizando de lo ocurrido al concejal, mencionó que Gariazu era la secretaria privada de Rodrigo Blanco y que la misma se encargaba de todas las cuestiones políticas y personales de su jefe. “Ella manejaba toda su vida, toda su agenda. Era la encargada de atender todas las llamadas de todos sus negocios sucios y limpios de la familia Blanco. Era su persona de confianza”, expresó.
Al respecto intentamos hablar con Rodrigo Blanco, sin embargo, dijo que “por esta vez” se mantendría al margen y no diría nada al respecto.
Juan Carlos Vergara declaró que vendió el arma por G. 500.000.
Indicó que volvió a sus manos luego de que Ninfa le entregó un paquete, que él ni siquiera se había percatado que era un arma. Tras los alegatos el tribunal dictará sentencia.
Infidelidades, droga y dinero sucio
En mayo pasado, Raúl Salinas, abogado de Ninfa Morales difundió un audio a pedido de su defendida. En el material, la acusada advierte sobre pruebas que presentaría ante el tribunal para demostrar su inocencia. Sin embargo, no lo hizo. “Aunque existe gente muy poderosa intentando comprar la justicia como ya lo han hecho siempre que así lo quisieron. Recibí información concreta que ya tengo documentado en donde se demuestra que desde la Cooperativa de Luque Ltda. se buscaba incriminarme en un hecho que jamás cometí. Me voy a presentar, aun ante todas las amenazas que recibo, al juicio oral y público con toda la verdad, las pruebas y con Dios de mi lado, para que caiga el que tenga que caer. Se sepa lo que se tenga que saber, aunque a raíz de ello quizás se destruyan familias y hogares al hablar sobre todo lo que yo se. Infidelidades, política sucia, drogas y dinero sucio”, señaló.