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Agentes judiciales y de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), al mando de la fiscala Lorena Ledesma, capturaron a Piska el miércoles último, tras el allanamiento de una residencia en el barrio San Cristóbal de la capital. En la misma propiedad fue arrestado el oficial Mendoza, quien hacía de guardaespaldas del capomafioso.
Piska, quien era requerido por la justicia brasileña, fue expulsado del país esa misma noche, en tanto que el agente de Policía fue imputado por omisión de prevención de delitos de tráfico de drogas, contemplada en el artículo 40 de la ley especial antidrogas y remitido en calidad de detenido a la Agrupación Especializada.
Ahora las pesquisas se centran sobre el jefe y subjefe de la Comisaría 4ª Metropolitana, donde estaba asignado el oficial Mendoza. No se descarta que los mismos puedan ser imputados en el caso, debido a algunos elementos que manejan los investigadores.