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La artista argentina fue llevada a la fiscalía de Luque y declaró por casi dos horas ante la fiscala Celeste Campos Ross.
Entre otras cosas, reiteró que no sabe dónde están las joyas y que los que pudieron haberlas visto por última vez fueron su asistente Aldo Alexis Sotto, alias “Galo”, o su mánager Luciano Garbellano.
Ante esto, la fiscala ordenó la captura de ambos colaboradores de Moria, para una declaración indagatoria.
En su testimonio, la vedette reveló que supuestamente le ofrecieron US$ 1.000 para que luciera las joyas ahora desaparecidas, pero que ella se negó.
¿Joyas falsas?
También puso en duda que la gargantilla de zafiros y los pendientes extraviados realmente cuesten US$ 82.000, como asegura el joyero Juan Armando Benítez Gil (56), dueño de “Armando Joyas”.
“En ocasiones que he actuado utilizando joyas en show de joyerías serias, la forma de manejo de estas joyerías es que contratan guardias propios de su confianza para custodiar las joyas, ni siquiera te dejan entrar en camerinos, razón por la cual dudo que las joyas utilizadas en este show sean de este valor, ya que los mismos propietarios no tomaron la debida precaución y, además, para mí eran bijoutería falsa y sin valor ya que me produjeron alergia en el escote”, declaró.
Finalmente, la fiscala Celeste Campos Ross le otorgó su libertad y Moria Casán salió en medio de decenas de periodistas locales y de varios medios argentinos que llegaron al país tras la detención de la diva.
“Por una persona que me quiere perjudicar no voy a perder el amor que les tengo a los paraguayos”, expresó antes de subir a la camioneta en la que la llevaron a la comisaría 17ª Metropolitana de Mujeres, para finiquitar su liberación.
Finalmente, la artista se trasladó al aeropuerto Silvio Pettirossi y abandonó Paraguay en un vuelo que salió a las 18:00.
Moria anunció ayer irónicamente que hoy se presentará a trabajar en el programa Show Match vestida de presidiaria.