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Ayer, en el Día del Agente, esperaron en vano una vez más la liberación del policía.
Los padres de Edelio, don Apolonio Morínigo y doña Obdulia Florenciano, así como algunos de los hermanos del agente y hasta su esposa, Elisa Mabel Ledesma, participaron ayer de mañana de una misa que celebró el obispo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, monseñor Adalberto Martínez.
Fue en la Capellanía de la Policía, en el barrio Tacumbú, por el Día del Agente y de su patrona, Santa Rosa de Lima.
Del oficio y hasta de una procesión, igualmente, participaron el comandante de la Policía, Críspulo Sotelo, y varios otros altos jefes de la institución a la cual pertenece el suboficial 2º secuestrado desde el 5 de julio del año pasado.
Precisamente, el comisario Sotelo le aseguró a la familia Morínigo Florenciano que la prioridad de la institución sigue siendo el retorno de Edelio.
Posteriormente, la familia del policía secuestrado por el EPP se trasladó nuevamente hasta su comunidad de Arroyito, en el distrito de Horqueta, departamento de Concepción, donde se llevó a cabo otra misa en horas de la tarde.
Pese a que la familia de Edelio dijo haber invitado a todos los camaradas del cautivo y a los miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), ningún uniformado participó de la celebración, a la cual sin embargo asistieron unos pocos vecinos.
Según los datos, el sacerdote denunció el abandono del Estado en la zona y resaltó el hecho de que los familiares de Edelio sufren más aún esta situación por ser pobres y, por ejemplo, por no tener un apellido importante.
Al término de la celebración, la mamá del agente en cautiverio dijo que, como era el Día del Agente, tenía una leve esperanza de que el EPP podría liberar a su hijo, pero una vez más eso no ocurrió.
En más de una ocasión, la mamá de Edelio había sostenido que ya prácticamente se habían diluido las esperanzas de recuperar con vida a su hijo.