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Gladys Bareiro de Módica quiere seguir en la Corte Suprema. ¿Para qué?
Un pelo no se movió en esta señora ante la confirmación de que Enrique Sarubbi ganó una demanda a un muerto.
El extremo total del absurdo: un fallecido pierde una acción judicial y es condenado, previa declaración de “rebeldía”.
Francisco Feliciano Duarte murió en junio de 2000 y fue declarado “culpable” en julio de 2014 por el juez Manuel Saifildin Stanley.
Y la Corte Suprema de Justicia no hizo absolutamente nada para reparar semejante despropósito.
Es una vergüenza para el Poder Judicial lo que está sucediendo en el caso Sarubbi, pero a la Corte Suprema no le importa.
Mencionamos a Gladys Bareiro de Módica porque está luchando para seguir siendo ministra.
Esta señora es responsable de la circunscripción judicial del Alto Paraná junto con el ministro Sindulfo Blanco.
Ambos tienen responsabilidad de investigar lo que está sucediendo en Minga Guazú, pero no mueven un dedo.
Un dicho romano habla de que “La mujer del César no solo debe ser honesta, sino además parecerlo”.
Gladys Bareiro de Módica presume de su honestidad, pero aunque sea para aparentar hubiera hecho algo para restituir la justicia en una acción donde un muerto pierde un juicio.
En el caso de Sindulfo Blanco, en los pasillos judiciales en Ciudad del Este se escucha con frecuencia el nombre de su hijo Rodrigo como supuesto recaudador.
Superintendencia, una parodia
El Consejo de la Superintendencia de la Corte Suprema es una parodia: no sirve para nada y se limita a iniciar investigaciones para acallar críticas. El presidente de la Superintendencia es el ministro Antonio Fretes.
En marzo pasado inició una investigación sobre la actuación del juez Manuel Saifildin Stanley y los abogados Guillermo Montiel y Jorge Barrios.
Luego se extendió a la jueza Máxima Meza de Maldonado y el oficial de justicia Ramiro Báez.
El 10 de setiembre resuelve sumariar a la jueza Máxima Meza de Maldonado y Ramiro Báez.
Salvo esto, nada
La jueza Máxima Meza entregó a Enrique Sarubbi la posesión de una finca de 20 hectáreas en Minga Guazú.
El miércoles último, se dispuso el desalojo de Sarubbi y la devolución del inmueble a HB Inmobiliaria, SA, propietaria de la finca.
Ahora Enrique Sarubbi busca dónde “alquilar” un juez que le permita ingresar nuevamente de donde fue desalojado.
roque@abc.com.py