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Jbara fue imputado bajo el cargo de homicidio doloso por los fiscales Víctor Florentín y Raquel Bordón y guarda reclusión en la penitenciaría regional (Cereso) desde el lunes último.
La defensa de Jbara había pedido que se levanten las medidas restrictivas aplicadas contra su defendido, argumentando que el mismo no es responsable de la muerte de Marlene Hug, y como supuestos elementos probatorios presentó un video de circuito cerrado y las declaraciones de una pobladora, Santa Mónica González (37), quien afirma haber visto en la noche en que fue encontrada la joven tirada en la ruta (el viernes 26 de enero) que pasó una moto con un hombre manejando y una mujer atrás, muy cerca del lugar donde fue hallada la joven.
Según los dichos de la mujer, cerca de la medianoche iba con su esposo, un taxista de nombre Miguel Cardozo (43), cuando estando estacionados frente a una despensa a la que su esposo bajó a hacer compras, vio pasar una motocicleta de gran porte con un hombre y una mujer a bordo.
Cuando retomaron la marcha, a poca distancia vieron a una mujer con blusa blanca tendida sobre la vereda junto a dos hombres, y más adelante una motocicleta. No se detuvieron por temor, expresó, y presume que se trataría de la mujer que minutos antes había pasado gritando como acompañante del motociclista.
Según Gustavo Benítez Madelaire, uno de los abogados de Jbara, dicha declaración de la ciudadana más una imagen de circuito cerrado de un lugar ubicado a 300 metros del sitio donde se encontró a la joven son pruebas suficientes para desvincular a su defendido de la causa, y que el mismo nunca tuvo contacto con la víctima.
La defensa, integrada por Madelaire e Isidro Salinas, presentó apelación ante el rechazo del juez de la causa. La apelación pasa a la fiscalía para su dictamen, luego a la cámara de Apelaciones en lo penal.
El video en cuestión, obtenido de una despensa ubicada sobre el camino Tupasy Rape, a unos 300 metros del lugar del hallazgo –despensa Alexis–, según los letrados, prueba que la joven no salió con el ahora procesado, sino que lo hizo con otra persona y a bordo de una motocicleta.
La joven Marlene Hug, de 23 años, en la medianoche del viernes 26 de enero último, fue encontrada tirada sobre el cordón de la ruta Tupasy Rape, que conduce al santuario de Itacuá, con signos de golpes y escoriaciones en diversas partes del cuerpo.
En principio se sospechó de un accidente, que fue un arrollamiento, pero posteriormente se detectaron golpes que hicieron ver que la víctima fue sometida a una golpiza. La joven se encontraba en estado semiinconsciente, lo que también parecía suponer que estaba bajo los efectos de alguna sustancia o alcohol, según se dijo. Fue llevada al centro de salud de Encarnación por bomberos voluntarios, donde se le brindaron las atenciones básicas y luego fue retirada por la madre.
Horas después –ya el día sábado– se volvió a sentir mal y fue llevada al centro asistencial, donde de una sala de emergencias pasó a una de terapia intensiva, y finalmente falleció en la tarde del jueves 1 de febrero.
El libanés Jbara surgió como principal sospechoso cuando se supo que la joven compartió con algunas amigas y una hermana los mensajes de texto por celular donde daba cuenta de que el hombre tenía que ir a buscarla en su casa. La defensa del citado extranjero sostiene que ese encuentro nunca sucedió porque el ahora sospechado no halló la casa ni el sitio de ubicación que le había proporcionado Hug.
La joven vivía con sus padres en el barrio Pradera Alta, cerca al barrio San Isidro, Etapa 9. La causa de la muerte, según el informe forense, fue un fuerte golpe que recibió en la cabeza. El origen del golpe, sin embargo, ahora está en duda si fue producto de una golpiza o de un accidente.