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Mario Villalba, quien fue detenido por personal del departamento Antinarcóticos de la Policía, solicitó a través de sus abogados una revisión de medidas al juez de Hernandarias Wilfrido Velázquez, aunque el magistrado, de momento, les negó la petición a los defensores.
Pese a las insistentes maniobras de sus abogados, el supuesto narco recluido en la penitenciaría regional de Ciudad del Este no podría ser liberado ya que está procesado por narcotráfico, asociación criminal y lavado de dinero. Según el Código Penal, estos hechos punibles no son pasibles de la aplicación de medidas alternativas, por las expectativas de penas elevadas que tienen.
De hecho, la investigación policial contra “Gato” Villalba tiende a aportar más elementos que conducirían el Ministerio Público a pedir una sentencia ejemplar en el caso de que se llegue a un juicio oral.
Según la pesquisa, Mario Villalba recibía en su granja de Hernandarias cocaína pura de Perú o Bolivia y después refinaba la droga en su laboratorio clandestino, para finalmente redistribuir la mercancía con mayor volumen, y por ende a un precio más elevado, en el mercado brasileño.
Conforme a los datos obtenidos, esta estructura compraba alrededor de una tonelada de cocaína pura al mes, a un precio de 2.100 dólares el kilo, que ya incluía el costo del traslado hasta Hernandarias.
Después de su procesamiento, la mercancía era colocada en Brasil a 5.000 dólares el kilo, por lo que la ganancia mensual obtenida por la red ascendía a más de 5.000.000 de dólares.
El dinero generado con el narcotráfico era lavado por grupo de “Gato” a través de empresas gerenciadas por algunos prestanombres, entre ellos sus propios familiares.
Su esposa
Una de las que supuestamente administraba el dinero ilícito de la red de narcotraficantes era la esposa de Mario Villalba, la boliviana María Teresa Céspedes Terrazas, de 37 años.
Según Antinarcóticos, la mujer cuenta con antecedentes por narcotráfico en su país, pero pese a ello consiguió una cédula paraguaya, número 6.749.286, que fue expedida el 9 de diciembre de 2010.
Ahora los antidrogas buscan determinar cómo es que la exconvicta boliviana pudo hacerse con un documento paraguayo. Asimismo, los investigadores están abocados al seguimiento de los movimientos de cuentas de Mario Villalba y su esposa María Teresa Céspedes Terrazas, prioritariamente en el Brasil, aunque también lo hacen en el sistema financiero de Paraguay.