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La denuncia presentada por Luis Fernando Díaz de Bedoya, presidente del Comité Central de la Cruz Roja Paraguaya, involucra a la directora programática de la institución, Teresa Gamarra, y a sus hermanos Rebeca, Rocío, Marta Lissi y José Alberto Gamarra, quienes fueron contratados para diversos proyectos de la organización y también trabajaron como voluntarios.
Aparentemente, se cometieron los delitos de lesión de confianza, producción y uso de documentos no auténticos, apropiación, estafa, manipulación de graficaciones técnicas, asociación criminal, alteración de datos y sabotaje a computadoras.
Las irregularidades fueron detectadas en una auditoría hecha en Panamá, sede de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja.
El fiscal Zillich, entre sus primeras diligencias, tomó la declaración testifical de Díaz de Bedoya, quien se ratificó en la denuncia penal, y testimoniales a otros cuatro voluntarios de la Cruz Roja.
Además, analiza documentaciones obrantes, y en breve llamaría a los hermanos Gamarra a declaración indagatoria, paso previo a una imputación.
Según la denuncia patrocinada por el abogado Juan Claudio Gaona, uno de los métodos utilizados por los denunciados para desviar los fondos era la modalidad de “invitación” a supuestos proveedores a ofertar productos a ser adquiridos para su posterior entrega a las personas necesitadas.
“Valiéndose de artificios dolosos se producía la adquisición de los bienes de manera fraudulenta, consignando en ofertas y facturas, valores y datos que no se condecían con la verdad”, se desprende del escrito que obra en la fiscalía.
Siempre de acuerdo a la denuncia, también se realizaban rendiciones de cuentas falsas. A esto se suma la desaparición de documentos oficiales de la organización humanitaria y de decenas de equipos informáticos.