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SALTO DEL GUAIRÁ (Rosendo Duarte, corresponsal). El inmueble que fue ocupado ayer por los “sintierras” tiene 27 hectáreas y su propietario había negociado su venta tiempo atrás al Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), pero luego desistió de hacerlo porque no estaba conforme con el precio ofrecido.
Ahora los carperos decidieron asentarse en el sitio con la intención de forzar que el dueño del inmueble y el instituto agrario vuelvan a negociar un acuerdo para la transacción de compraventa, de tal forma que luego el lote les sea cedido.
ALTO PRECIO
El precio de cada hectárea en esta zona está cotizado entre 50.000 y 200.000 dólares, considerando que existe un gran interés de los empresarios en realizar emprendimientos aquí, debido a la expansión que hay en las actividades comerciales dirigidas a los turistas, principalmente provenientes del Brasil.
Ayer los carperos de distintas áreas de Salto del Guairá y sus alrededores fueron convocados por sus líderes para reunirse en un punto ubicado a tres kilómetros del terreno de João Carlos Bernardes, y desde ahí partieron a pie rumbo al inmueble para ingresar en él y quedarse ahí.
Llegaron frente al lote y avanzaron, pero fueron recibidos con disparos intimidatorios por guardias del brasileño y de otros propietarios más de la zona -que fueron cedidos por sus patrones-. Este hecho no los detuvo y siguieron hacia el terreno, pero ya los guardias empezaron a dispararles balines de goma y también hubo detonaciones de armas de fuego.
En el lugar también había agentes policiales, pero ellos no utilizaron sus armas de fuego, solo trataron de persuadir con palabras.
Los balines hirieron a varios de los invasores, ocho de los cuales fueron llevados al Hospital Regional para ser atendidos, según los policías. El reportero de una emisora local, Richard López, quien estaba filmando lo ocurrido, recibió en la pierna un balazo de arma de fuego presumiblemente realizado por uno de los centinelas.
La propiedad de Bernardes está pegada a un asentamiento de “sintierras”, por lo que tanto él como sus vecinos siempre están con el temor de que sus terrenos sean invadidos, según se dijo ayer.
Pese a la oposición y resistencia de los guardias, las personas que irrumpieron en la propiedad ya instalaron sus carpas precarias.
Estos carperos son de diferentes zonas de la ciudad y de sus alrededores y de esta forma, mediante la ocupación de hecho del terreno perteneciente al inmigrante brasileño, buscan que finalmente, como ya ocurrió anteriormente, el mismo sea comprado para ellos.
Obreros y comerciantes
El grupo que anoche protagonizó la violenta invasión está compuesto de obreros y pequeños comerciantes, que viven en casas de alquiler situadas en los barrios periféricos de la ciudad de Salto del Guairá. Los mismos recientemente se afiliaron a la organización de sintechos del Alto Paraná, filial Canindeyú. La mayoría se trasladó a la ciudad después del repunte económico de la zona y no pueden acceder a un terreno por el alto costo. El dirigente de la organización, José Tomás Alvares, se trasladó de Ciudad del Este para dirigir la invasión, señalaron.