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El pedido de informe sobre las actividades en nuestro país del supuesto narco Mario Villalba fue después de que las autoridades policiales confirmaran que el sospechoso tenía la capacidad de remesar más de 1.000 kilos de cocaína al mes hacia el Brasil.
Mario “Gato” Villalba fue imputado por los delitos de narcotráfico, asociación criminal y lavado de dinero y se encuentra recluido en la penitenciaría regional de Ciudad del Este.
De acuerdo a los efectivos policiales, los abogados del traficante buscarían la forma de cambiar estas imputaciones, por otros delitos cuyas expectativas de pena carcelaria son más leves y luego solicitar la libertad condicional del procesado.
Sin embargo, los investigadores contarían con registros de llamadas y grabaciones de conversaciones telefónicas entre el investigado y jefes de carteles bolivianos y peruanos, que le proveían cargamentos de cocaína semanalmente. Dichos elementos habrían sido judicializados y servirían como prueba en un eventual juicio oral y público, confirmaron las fuentes.
Por otro lado, sigue pendiente el resultado del peritaje de todos los teléfonos celulares y radios, que fueron confiscados de la propiedad de Mario Villalba.
Precisamente, en la memoria de uno de los teléfonos incautados del poder de “Gato” fueron encontradas una infinidad de fotografías de fiestas que el capo organizaba en su granja, con animación de grupos musicales en vivo.
En las imágenes se observa a varias personas que serían sus principales colaboradores y que ahora son rastreados, explicó el jefe del departamento Antinarcóticos de la Policía, Crio. Princ. Críspulo Sotelo.
Una de las fotos revela que “Gato” Villalba acostumbraba festejar el éxito de su negocio con “baños” de cocaína frente a sus invitados. El resultado de los peritajes podría identificar a los nexos de esta red de narcos, que en los últimos dos años controló el tráfico de cocaína en el departamento del Alto Paraná.
Por otra parte, las autoridades solicitarán informes a la Secretaría de Prevención de Lavado (Seprelad), sobre las cuentas bancarias del presunto narco en nuestro país. También pretenden descubrir si posee cuentas en algunos estados del Brasil. Igualmente, un grupo de investigadores fue comisionado para rastrear los nexos de esta red en el vecino país.
Con base en Hernandarias
El presunto narco Mario Villalba operaba desde su granja ubicada en la ribera del lago Acaray, a cinco kilómetros del centro de la ciudad de Hernandarias. La propiedad tiene una extensión de seis hectáreas y media y fue adquirida por US$ 1.000.000.
En el sitio estaba montado un laboratorio donde procesaban la pasta base hasta convertirla en clorhidrato de cocaína, que remesaban en grandes cantidades hacia el mercado de consumo brasileño. La organización contaba con dos lanchas y varios vehículos para efectuar el traslado de la droga.