Insólito juicio de usucapión contra personas fallecidas

Un juicio de usucapión promovido contra personas fallecidas, cuyas notificaciones se hicieron en un baldío de Santaní y en una dirección inexistente en Asunción, de manera a mantener la existencia de la demanda fuera del conocimiento de los herederos, fue la maniobra utilizada para tratar de adueñarse de una propiedad de Villa del Rosario, departamento de San Pedro.

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Año 2014. Los abogados Ángel Bogarín de Arca y Claudio Rubén Mongelós Moreira, apoderados de Gladys Edelina Alfonzo de Mendoza, con domicilio en la ciudad de Villa del Rosario, inician un juicio de usucapión contra Delia Hortensia Marín de Riquelme, Roque Encina hijo, María Cristina Encina de Walder y Teresa Encina Vda. de Miranda, madre, padre y hermanas del Prof. Dr. Alejandro Encina Marín.

El caso ya empezó mal desde el vamos porque tanto la señora Delia, como el Dr. Roque y María Cristina fallecieron hace años, específicamente en 1985, 2013 y 1953 en ese orden.

Como si fuera poco, la acción fue radicada ante el juzgado de San Estanislao y denunciaba como domicilio de los demandados una dirección de esa ciudad , identificada únicamente con nombres de calles y sin número, en un lugar donde todos los inmuebles eran baldíos y en Independencia Nacional 1141, único número inexistente en la referida arteria de nuestra capital.

Llamativamente, el Prof. Dr. Alejandro Encina Marín no figura entre los demandados, pese a que los documentos presentados en la misma acción lo presentan como cabeza de la familia y las notificaciones a Teresa se realizaron en una dirección distinta a la suya, en los baldíos ya citados.

El objetivo de la maniobra es adueñarse de uno de los lotes derivados de la finca Nº 301 de Villa del Rosario, adquirido por el padre del denunciante en 1950, pero vendido por el anterior propietario entre los años 1924 y 1936, es decir antes de la transferencia al Dr. Roque Encina.

Encina Marín denunció ante la Superintendencia de Justicia a los abogados que llevaron adelante el insólito juicio, con mala fe, pero el ministro de la Corte Suprema Antonio Fretes dispuso archivar el caso.

“Con esta última actuación de todos los integrantes del Poder Judicial que aunque más no fuera por desatención, han otorgado el archivamiento de los autos de los cuales debió haber corrido traslado al señor juez penal por tratarse de un delito de acción penal pública”, expresó el denunciante.

El juicio de usucapión ahora está en Asunción, a cargo del juez en lo civil y comercial Hugo Garcete.

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