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Chicanea porque caso es imprescriptible
El exministro del Interior Walter Bower chicanea al máximo su proceso por torturas porque es imprescriptible, por tratarse de un crimen de lesa humanidad.
La Corte Suprema ya dispuso que la causa no puede extinguirse y desde hace 16 años que Bower logra burlar sus convocatorias con la complicidad de jueces, camaristas y ministros.
Pese a los innumerables recursos dilatorios, ni Bower ni su defensa fueron siquiera sancionados. Solo hubo tímidos sumarios cuyos resultados nunca fueron dados a conocer.
Además del exministro fueron acusados los policías Merardo Palacios, Osvaldo Vera Espínola y Basilio Pavón, quien ya falleció hace unos años.
Los tres fueron denunciados por haber sometido a crueles torturas al comisario Alfredo Cáceres y al oficial Jorge López, cuando estos se encontraban detenidos y sospechados de sublevación contra el gobierno de Luis González Macchi, en mayo del 2000.