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La víctima fue identificada como el suboficial 2º Ovidio Franco, quien prestaba servicio en la comisaría 12ª de Vista Alegre, localidad ubicada a unos 20 km de la capital departamental. El homicidio fue como derivación de un problema de tierras entre un agricultor de la zona y una comunidad indígena.
Los nativos se quejaban contra la construcción de un alambrado, alegando que había pasado a sus propiedades. Al ser alertados por este hecho, agentes policiales de Concepción se trasladaron hasta la localidad de Vista Alegre para verificar la situación.
Al terminar el procedimiento fueron a la comisaría de dicho pueblo, en donde se labró el acta correspondiente y luego todos los agentes volvieron a su sede policial de la capital departamental, excepto el suboficial 2º Ovidio Franco, quien quedó solo en la dependencia policial de Vista Alegre.
Un momento después llegaron hasta esa comisaría tres indígenas (una criatura con ellos) que exigieron al suboficial Franco la solución inmediata del inconveniente que amenazaba a su inmueble. El agente policial les explicó que ya se remitió el informe a las autoridades y que debían esperar la respuesta pertinente.
Enseguida los nativos se alteraron y se lanzaron contra el policía. Durante la lucha lograron quitarle su arma, un revólver calibre 38 con el que realizaron un disparo contra el agente, todo lo señalado según conjeturas de los compañeros. El proyectil impactó en la altura de la clavícula del suboficial, quien falleció después.
Los indígenas, cuyas identidades no se tenían aún al cierre de esta edición, tras disparar contra el policía huyeron del lugar y seguían con paradero desconocido. Tampoco trascendió todavía quién quiso apropiarse del terreno de los aborígenes de Vista Alegre.