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Los incidentes comenzaron a las 16:45, poco antes de iniciarse el encuentro entre ambos equipos por el Torneo Apertura de Fútbol 2018.
Fue cuando tres buses que transportaban a seguidores de Sportivo Luqueño fueron detenidos en la intersección de 3ª Proyectada y Tacuary por agentes policiales.
Según los testigos, los uniformados advirtieron a los choferes de los colectivos que no podían avanzar hacia Quinta y debían desviar a otro sitio, donde los auriazules debían bajar para caminar hacia el estadio.
La situación molestó mucho a los hinchas luqueños y se caldeó más aún cuando estos se toparon con integrantes de miembros de una barra brava de Cerro Porteño. Lo que comenzó con un intercambio de insultos terminó en un enfrentamiento a pedradas cuando seguidores de ambos clubes deportivos se lanzaron cascotes mutuamente, destrozando los parabrisas y ventanillas de varios vehículos que se encontraban estacionados en la zona.
El principal escenario de enfrentamiento tuvo lugar en las inmediaciones del templo de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, situado en 4ª Proyectadas y Tacuary, donde resultaron dañados varios automóviles y camionetas pertenecientes a vecinos del barrio General Díaz, así como a feligreses que iban a la misa por el Domingo de Ramos, según denunciaron testigos.
Otro foco de tensión tuvo lugar en la intersección de 2ª Proyectada y Yegros, donde según testimonios, efectivos policiales cerraron el paso a un ómnibus que transportaba a seguidores del Sportivo Luqueño e hizo que estos bajaran del rodado y se enfrentaran con sus pares azulgranas en una “batalla campal” a pedradas.
El fiscal de la Unidad Penal Especializada en Seguridad y Convivencia de las Personas, Rodrigo Estigarribia, investigará los incidentes.