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En su imputación, la fiscala Fátima Britos, transcribió parte de las manifestaciones de personas muy cercanas a la víctima.
Una persona de sexo masculino (cuyo nombre omitimos por cuestiones de seguridad) manifestó que Sonia Doutreleau le comentó que un día ella pidió a su secretaria un vaso de agua sin gas, y que cuando la tomó sintió un gusto metálico y luego escupió. Su secretaria le sirvió un café y se sintió mal. Luego le dijo a su secretaria que no tirara el agua ni el café, y le pidió a su hija Paulina que fuera a buscarla; ya en su casa, fue asistida por la ambulancia de su seguro médico, y que después ella se quedó débil y dormía cada rato por dos días”.
El declarante apuntó que, además, Sonia le comentó que, posteriormente, un día, al llegar a su oficina, se encontró con una persona que tenía puesto un casco en una motocicleta y que cuando ella estacionó su vehículo se retiró del lugar. Luego llegó a su oficina, y su secretaria salió a realizar algunas gestiones, y después de cinco minutos escuchó que alguien intentaba abrir la puerta, y gritó “¡Celia!”, pensando que era su secretaria, y salió a mirar. Vio que una persona estaba tratando de abrir la puerta de su oficina con una llave, después huyó en una motocicleta y dejó puesta en la puerta una copia de la llave de la oficina. Sonia contó que desde hacía un año le pedía a su secretaria que cambiara la cerradura de la puerta, y esta siempre ponía excusas, por lo que ella decía “ya no confío más en Celia”.
Una amiga de Sonia confirmó la declaración anterior y agregó que hace aproximadamente 17 días, un sábado, se reunieron con un grupo de amigas, y que Sonia contó que al llegar a su oficina vio una motocicleta estacionada enfrente y una persona de sexo masculino en actitud sospechosa.
La otra declaración transcrita en el acta de imputación es la del guardia de seguridad del Shopping Británico. Este manifestó que ese 23 de junio tomó su guardia normalmente a las 6:00 y que alrededor de las 8:00 u 8:20 vio que una moto estacionó sobre la avenida, frente al local de Capaclor. Agregó que el ocupante bajó del biciclo, tocó el timbre de la puerta y que le pareció que habló con alguien a través del intercomunicador, e ingresó al local. Aclaró que la puerta abrió una persona que estaba adentro.
El guardia dijo que luego vio llegar a Sonia a su oficina y no percibió que haya habido empujones o violencia cuando la empresaria iba a ingresar a su oficina.
Dio una descripción de como era el motociclista.
LOS ANTECEDENTES
La imputación se funda en la nota número 513 del 23 de junio pasado, emanada de la comisaría 6ª Metropolitana, por la cual se comunicó el hecho punible contra la vida y propiedad de las personas (robo) con resultado de muerte, presumiblemente con arma blanca (cuchillo), registrado aproximadamente a las 10:00, en el interior de la oficina de Capaclor. La víctima fue identificada como Sonia Beatriz Doutreleau Paniagua.
Los policías hablaron con la secretaria Celia Maidana, quien manifestó que un desconocido de sexo masculino, con casco color blanco y pilotín oscuro, llegó al lugar, tocó el timbre y dijo que traía boleta de ANDE, por lo que le abrió la puerta.