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El fiscal de la Unidad Especializada de hechos punibles Contra la Libertad, Federico Tadeo Delfino Ginés, confirmó ayer que los hermanos Martínez Vera fueron procesados, entre otros cargos, por asociación terrorista y secuestro en grado de complicidad.
Para la Policía y el Ministerio Público, ambos suministraron apoyo logístico al grupo armado que secuestró al menor de su casa de la colonia Paso Tuyá de Azote’y, en la noche del 2 de abril pasado.
Los horqueteños Héctor Milciades Martínez Vera y Alcides Martínez Vera son antiguos militantes del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y llegaron a conformar el brazo armado de la banda desde antes del secuestro de Luis Alberto Lindstron Picco, en 2008, y hasta después del plagio de Fidel Santiago Zavala Serrati, entre 2009 y 2010.
Los hermanos Martínez Vera fueron individualizados mediante los videos del EPP que fueron rescatados del poder de Bernardo Bernal Maíz, alias “Coco”, quien cayó abatido en la noche del secuestro de Arlan.
En las imágenes se ve a Héctor con una escopeta calibre 12 y a su hermano menor Alcides con una pistola ametralladora calibre 9 mm, quienes transportan además víveres y municiones, durante una marcha por el monte junto a Osvaldo Villalba, Manuel Cristaldo Mieres, Magna Meza, Alejandro Ramos y los ahora ya abatidos Gabriel Zárate Cardozo y Nimio Cardozo Cáceres.
En otro video, los dos prófugos aparecen recibiendo instrucciones de los cabecillas de la organización criminal.
Ataque a destacamento
Los fugitivos Héctor Milciades y Alcides son hermanos de Ricardo Martínez Vera, recientemente condenado a cinco años de prisión también por brindar soporte logístico al EPP y por un ataque a la estancia “Guaraní” de Yby Yaú.
Además, son primos de Derlis Ramón Ovelar Martínez, sentenciado a cinco años por la misma causa, y de Noel Adalberto Ovelar Martínez, alias Matungo, uno de los captores de Fidel Zavala, que fue penado a 35 años de encierro.
Héctor Milciades Martínez Vera y Alcides Martínez Vera ya habían sido detenidos el 11 de enero de 2009 por el ataque del EPP al destacamento militar de Tacuatí, ocurrido en el Año Nuevo de ese mismo año.
Sin embargo, luego de una mediación de monseñor Zacarías Ortiz, habían sido liberados nuevamente y, según agentes de Antisecuestro, volvieron a unirse al brazo armado del EPP y, después, a comandar las células que operan entre Tacuatí y Kurusu de Hierro.