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“Nos sentimos sumamente indignados con el accionar de nuestras autoridades, e inevitablemente nos surgen preguntas cuyas respuestas esperamos nos las den las autoridades nacionales, como: ¿Por qué el Gobierno mantiene policías corruptos y/o incapaces en puestos o cargos claves? ¿Por qué se le mantiene en el cargo a la actual cúpula policial de Alto Paraná, ya que los mismos han demostrado una total incapacidad y una elevada dosis de indiferencia hacia los innumerables crímenes ocurridos en su jurisdicción?”, cuestionan entre otras cosas los familiares de la víctima.
El jefe de Policía, Serafín Núñez, evadió toda responsabilidad señalando que hay un grupo de policías de Investigación de Delitos que está encargado de la pesquisa, pero que desafortunadamente no cuentan con pistas de los presuntos criminales.
Núñez está al frente de la jefatura policial en Alto Paraná desde hace más de nueve meses. En tanto, el jefe de Investigación de Delitos, comisario José Nery Portillo, lleva casi un año al frente del departamento. Ambos supuestamente son protegidos del director de cuarta zona policial, comisario general Francisco Agüero, quien a su vez es respaldado por el propio ministro del Interior, según fuentes policiales.
La protección existente entre los uniformados queda en evidencia al atender que sonados hechos criminales no fueron esclarecidos, mientras los jefes policiales siguen campantes en su cargo, pese a la presión social.
Uno de los hechos delictivos que ocurrió durante la jefatura de los mencionados, es el asesinato del joven Kevin Rojas, el 20 de diciembre del año pasado cuando se trasladaba a la capital departamental a bordo de una camioneta.
Una banda de marginales que se movilizaban en un automóvil Honda Civic, robado en Brasil, interceptó el rodado del ahora fallecido y lo rociaron a balazos, con el objetivo de lograr que el hijo del empresario de Salto del Guairá detuviera la marcha.
Los disparos presumiblemente fueron con intenciones de dar a los neumáticos, pero uno de ellos impactó contra la humanidad del joven, que murió minutos después en el Sanatorio Central.
A la víctima acompañaba el suboficial César Cardozo, a quien afortunadamente sólo le rozaron las balas, según los datos.
Horas después del asalto, la Policía había logrado capturar a un brasileño que estaba en una zona boscosa, en la zona de Minga Porã. Se trata de Wagner Alexandre Knorst (23), quien se encuentra privado de libertad en la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este. En poder del indiciado se habían encontrado varias evidencias, por lo que se presume su implicancia con la gavilla de asaltantes y asesinos.
Investigación
En principio la pesquisa estuvo a cargo del fiscal Alfredo Acosta Heyn, quien se inhibió de la causa. Luego la investigación fue tomada por la fiscala Zunilda Martínez, quien señaló que está trabajando coordinadamente con los uniformados, pero que hasta ahora no cuentan con pistas sobre los criminales.